jueves, 23 de marzo de 2017

Contra la obsolescencia programada, una buena iniciativa de Ingeniería Sin Fronteras. Repair Café Asturias.

 

 

Los grandes retos son leyes que prohíban y sancionen adecuadamente a las empresas que fabriquen productos con obsolescencia programada y, a su vez, iniciativas sociales o empresariales que promuevan la reparación de bienes de uso duradero -o que tendrían que tenerlo- a bajo coste.

Contra la obsolescencia programada, estafa social que sólo busca alimentar la maquinaria consumista a costa de degradar el medio ambiente y hacer que la economía “de mercado” funcione alocadamente produciendo bienes que duren “sólo lo justo”, en España también se ponen en marcha iniciativas ingeniosas.

Una es llevada a cabo en Asturias por el movimiento “Rapair Café” que posibilita la reparación de aparatos electrónicos averiados.  

Hoy, en la Escuela Politécnica de  Ingeniería de Gijón, voluntarios de la organización Ingeniería Sin Fronteras de Asturias se ponen a disposición de los ciudadanos para intentar dar una segunda vida a los aparatos que dejaron de funcionar.

Una gran idea y esperemos que cundan más iniciativas como ésta.


 

Voluntarios trabajando, en una edición anterior de la jornada.

La Politécnica celebra una jornada con voluntarios que reparan aparatos

23.03.2017 | 04:01

En tiempos de consumismo feroz, hay quien opta por vías alternativas para lograr la sostenibilidad: no todo lo que se estropea o deja de funcionar tiene por qué acabar en la basura, muchas veces se puede reparar. Con esa filosofía se ha puesto en marcha en toda Europa un movimiento llamado "Repair Café" que llega hoy mismo a la Escuela Politécnica de Ingeniería.

Se trata de encuentros periódicos organizados por voluntarios con conocimientos suficientes como para reparar diferentes tipos de aparatos, que se juntan por lo general en cafés para atender durante unas horas a quienes se acerquen con sus cachivaches estropeados. En esta ocasión, como indica Fran Arbesú, de Ingeniería Sin Fronteras Asturias, organizador de la primera cita de estas características en Gijón, se ha optado por la Politécnica "para aprovechar la oportunidad de contar con ingenieros que puedan echar una mano en las reparaciones".
 
Ya hay cuatro voluntarios confirmados, que atenderán a todos los que se acerquen entre las cinco y las ocho de la tarde de hoy a las salas 03.02 y 03.03 del Edificio Polivalente de la Escuela. "No podemos ofrecer la garantía absoluta de que todo lo que lleve la gente tenga arreglo, pero se intentará de todos modos", advierte Fran Arbesú.
 
Este es el cuarto "Repair Café" que se celebra en Asturias, y en las tres ediciones anteriores, celebradas en Oviedo y Avilés, "el resultado fue muy bueno, no nos esperábamos tanta asistencia de gente", asegura el organizador.
 
Lo más solicitado es la reparación de pequeños electrodomésticos y aparatos electrónicos, aunque ya se ha dado el caso incluso de reparaciones textiles, gracias a la participación en el evento de personas que cosen. Una buena oportunidad para dar una segunda vida a las cosas.

Fuente: La Nueva España

Cláusulas penales en contratos civiles y mercantiles. Facultades moderadoras de los Tribunales





Cláusulas penales en contratos civiles y mercantiles. Facultades moderadoras de los Tribunales


Jurisprudencia sobre las cláusulas penales en contratos civiles y mercantiles

Finalidad de la cláusula penal
La cláusula penal del contrato puede tener tanto una función resarcitoria o reparadora o puramente penal, siendo en este último caso una pena adicional a la indemnización de daños y perjuicios.

“En función de cómo se configure por las partes la cláusula penal puede tener una función resarcitoria o reparadora del daño que ha causado al acreedor el incumplimiento de la obligación por el deudor o el cumplimiento irregular, con lo que la cláusula viene a sustituir a la indemnización de daños y perjuicios, con fundamento en el artículo 1101 CC , o bien puramente punitiva desligada de todo propósito resarcitorio.
En este caso, pena cumulativa, se trataría de una prestación adicional del deudor que se suma a la propia indemnización de daños y perjuicios que ampara el artículo 1101 CC”


La cláusula penal acumulativa debe pactarse expresamente


“Para que concurra esta modalidad, cláusula penal cumulativa, será preciso, por no presumirse su regulación en el código civil español, que haya sido convenida”


Las cláusulas penales con finalidad punitiva o coercitiva no están permitidas en los contratos con consumidores.




“No cabe duda de que, como regla, y salvo en condiciones generales de la contratación entre empresarios y consumidores o usuarios (art. 85.6 de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios ), nuestro Derecho permite las cláusulas penales con función coercitiva, sancionadora o punitiva: no sólo de liquidación anticipada de los daños y perjuicios que puedan causar los incumplimientos contractuales por ellas contemplados. Se permiten incluso en el artículo 1152.I CC («si otra cosa no se hubiere pactado») las penas que no sustituyen, sino que se acumulan a la indemnización de daños y perjuicios [por todas, STS 197/2016,de 30 de marzo (Rec.2303/2013 )].


Tipología de facultades moderadoras


Se distinguen dos clases de facultades moderadoras:


a) En caso de incumplimiento parcial o irregular de la obligación para cuyo incumplimiento total se hubiese establecido la pena, aplicando el art. 1154 CC  ("El Juez modificará equitativamente la pena cuando la obligación principal hubiera sido en parte o irregularmente cumplida por el deudor"),  y

b) En caso de que la cuantía de la pena sea desproporcionada en relación al daño previsible por incumplimiento, aplicando el art. 1255 CC ("Los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral, ni al orden público").


Facultades moderadoras en aplicación del art. 1154 CC



“Como recoge la reciente sentencia de 25de enero de 2017, recurso número 1471/2014, tiene declarado la Sala , entre otras muchas, en la sentencia 366/2015, de 18 de junio (rec. 1429/2013 ), con cita de la sentencia 8 /2014, de 21 de febrero (rec. 406/2013 ), que el mandato del artículo 1154 C.C está condicionado a la concurrencia del supuesto en él previsto, esto es, a que la obligación principal hubiera sido en parte o irregularmente cumplida por el deudor; por lo que:


«En los demás casos la jurisprudencia - sentencias 585/2006, de 14 de junio 170/2010, de 31 de marzo , 470/2010, de 2 de julio , entre otras-, respetando la potencialidad creadora de los contratantes - artículo 1255 del Código Civil - y el efecto vinculante de la "lex privata" - artículo 1091 deI Código Civil : "pacta sunt servanda" rechaza la moderación cuando la pena hubiera sido prevista, precisamente, para sancionar el incumplimiento -total o, incluso, parcial o deficiente de la prestación- que se hubiera producido.


La sentencia 585/2006, de 14 de junio , recordó que es doctrina constante de esta Sala que cuando la cláusula penal está establecida para un determinado incumplimiento, aunque fuera parcial o irregular, no puede aplicarse la facultad moderadora del artículo 1154 del Código Civil si se produce exactamente la infracción prevista; o por decirlo con otras palabras, que la moderación procede cuando se hubiera cumplido en parte o irregularmente la obligación para cuyo incumplimiento total la pena se estableció, de modo que, como afirma la doctrina, la finalidad del repetido artículo no reside en resolver la cuestión de si se debe rebajar equitativamente la pena por resultar excesivamente elevada, sino en interpretar que las partes, al pactar la pena, pensaron en un incumplimiento distinto del producido -sobre ello, las sentencias 962/2008, de 15 de octubre , 211/2009, de 26 de marzo 384/2009 de 1 de junio y 170/2010, de 31 de marzo , entre otras-. Esta doctrina ha sido recogida también en las SSTS de Pleno de 15 de abril de 2014, rec. nº 2274/2012 , y 21 de abril de 2014, rec. n° 1228/2012”.


Facultades moderadoras en aplicación del art. 1255 CC



“No obstante, es claro para esta sala que dicha posibilidad de estipular cláusulas penales con función punitiva está sujeta a los límites generales de la autonomía privada que el artículo 1255 CC establece: pueden considerarse contrarias a la moral o al orden público las penas convencionales cuya cuantía exceda extraordinariamente la de los daños y perjuicios que, al tiempo de la celebración del contrato, pudo razonablemente preverse que se derivarían del incumplimiento contemplado en la cláusula penal correspondiente. No sólo las cláusulas penales «opresivas», intolerablemente limitadoras de la libertad de actuación del obligado [como en el caso que contempló la STS 26/2013, de 5 de febrero (Rec. 1440/2010 )], o las «usurarias», aceptadas por el obligado a causa de su situación angustiosa, de su inexperiencia o de lo limitado de sus facultades mentales; sino también aquéllas en las que el referido exceso de la cuantía pactada de la pena sobre el daño previsible no encuentre justificación aceptable en el objetivo de disuadir de modo proporcionado el incumplimiento que la cláusula contempla; en atención sobre todo a la gravedad del mismo y al beneficio o utilidad que hubiera podido preverse, al tiempo de contratar, que reportaría al deudor incumplidor. Un ordenamiento jurídico que contiene una prohibición como la del artículo 1859 CC no puede no tener límite alguno de proporcionalidad a la libertad de los contratantes de estipular penas privadas.

Para ese último tipo de cláusulas, con penalidades desproporcionadas en el sentido descrito, esta sala expresa su disposición a admitir la reducción judicial conservadora de su validez; que, como es evidente, ninguna relación tiene con lo dispuesto en el artículo 1154 CC , por lo que no se opone a nuestra actual jurisprudencia sobre en qué casos cabe, y en cuáles no, la moderación judicial de la pena que dicha norma contempla.


Naturalmente, la carga de alegar y de probar (si no es evidente) que la penalidad era, desde la perspectiva ex ante considerada, extraordinariamente excesiva, corresponderá al contratante que se oponga a que la cláusula penal le sea aplicada en los términos pactados ( art. 217.3 LEC )."

jueves, 9 de marzo de 2017

Cantidades entregadas a cuenta por el comprador de una vivienda en construcción. El banco que suscribió el aval colectivo es responsable en caso de incumplimiento por el promotor de las viviendas



Cantidades entregadas a cuenta por el comprador de una vivienda en construcción. El banco que suscribió el aval colectivo con el promotor responde,  aunque no se hayan emitido avales individuales siendo indiferente que el aval colectivo se haya suscrito con posterioridad a la fecha de compraventa de vivienda.




Rec. 1905/2014


En esta sentencia  el Tribunal Supremo recuerda que ya existe  jurisprudencia consolidada (sentencias de Pleno 322/2015, de 23 de septiembre,  272/2016, de 22 de abril  y 626/2016, de 24 de octubre)  en la que se reconocía que, aunque no existan avales individuales a favor de cada uno de los compradores de una vivienda en construcción que garanticen las entregas anticipadas que estos efectúen, ello no impide que la obligación de restituir las mismas con los intereses correspondientes sea exigible si existe una póliza o línea de avales colectiva, debiendo responder de ello  la entidad avalista en caso del incumplimiento de la obligación de entrega de vivienda por parte del promotor. 


Así, el Tribunal expone que en estos  casos “al concertar el seguro o aval colectivo con la promotora y la percepción de las correspondientes primas, la entidad aseguradora o avalista pasaba a cubrir la eventualidad garantizada, que era la obligación de restitución de las cantidades percibidas, junto con los intereses previstos en la norma legal, referidas a la promoción o construcción a la que se refería la garantía” ; de otra parte, también estima que  “la emisión de los correspondientes certificados o avales individuales, por la entidad aseguradora o avalista, a favor de cada uno de los compradores, legitima a éstos para hacer efectivo el aval por vía ejecutiva, conforme alart. 3 Ley 57/1968” ; y, asimismo, afirma que  “la ausencia de los correspondientes avales individuales no impide que la obligación de restituir las cantidades entregadas, con sus intereses, quede cubierta a favor de los compradores que han concertado un contrato de compraventa y entregado esas cantidades a cuenta, al amparo de la existencia de la póliza colectiva”. 


También resulta indiferente que la línea colectiva de avales ("aval colectivo") suscrita entre el promotor y el banco para garantizar las cantidades adelantadas por los compradores haya sido suscrita con posterioridad a la fecha de celebración del contrato de compraventa, ya que “bajo el principio tuitivo que conduce la interpretación y aplicación de la Ley 57/1968, la entidad bancaria que concertó la línea de avales debía conocer, o estaba en condiciones de hacerlo, los contratos de compraventa privada que ya se habían concertado, en garantía de cuyos pagos anticipados realizados por sus compradores se concertó la línea de avales, para emitir los correspondientes avales individualizados. Esto es, la entidad bancaria asumía una corresponsabilidad con el promotor de garantizar la eventual devolución de las cantidades entregadas a cuenta por los compradores, en caso de incumplimiento de la obligación del promotor. En virtud de la cual no se admite que, en perjuicio del comprador al que no se le llegó a entregar el aval individualizado por parte del promotor, que no lo requirió al banco, este pueda escudarse en la ausencia del aval individualizado para eximirse de responsabilidad y que los compradores queden privados de la protección prevista en la Ley 57/1968”.

Descargar aquí la sentencia.

lunes, 6 de marzo de 2017

A la espera de la especulación, el edificio de los antigüos Juzgados de Gijón, en la céntrica Calle Prendes Pando, lleva 4 años abandonado



Si en una cosa somos campeones en Gijón es en tirar el dinero en obras inútiles y en demoler y deteriorar edificios públicos.

Ejemplo de ello son las obras de ampliación del Puerto del Musel (más de 800 millones de euros, sobrecostes e IVA incluídos) , objeto de enjuiciamiento penal en la Audiencia Nacional; las obras del Metrotren (más de 137 millones de euros) cuyo túnel de casi 4 kilómetros  está abandonado a su suerte ; la demolición del edificio de la Escuela de Peritos, edificio de cierto valor arquitectónico y sentimental para miles de gijoneses para convertir el espacio que ocupaba en un solar o la de la estación conjunta de FEVE y RENFE, también convertido en un gran solar,  conocido como "el solarón", que está a la espera -infructuosa hasta el momento- de alguna promotora que construya los edificios necesarios para financiar una nueva y moderna estación de tren y autobuses (me acuerdo, aquí, del cuento de La Lechera).

Hace años que el edificio que ocupaban los Juzgados de Gijón en la calle Prendes Pando quedó vacio. No se atrevieron, todavía, a demolerlo  y sigue deteriorándose, ya que está sin uso y sin apenas mantemiento.

Afortunadamente, alguien se acuerda de este edificio y reclama su uso para fines sociales. Esta es la noticia que se publicó en El Comercio.

Podemos sostiene que los juzgados de Prendes Pando «están para entrar ya»



  • El diputado Enrique López y el arquitecto Vicente Díez Faixat apremian para ocuparlos con usos sociales según el modelo de La Madreña de Oviedo


«Los antiguos juzgados de Prendes Pando están en un estado sorprendentemente bueno y están prácticamente para poder entrar ya». El apunte es del arquitecto gijonés Vicente Díez Faixat, que ayer visitó el céntrico edificio como parte de una delegación del Círculo Cultural de Podemos en Gijón, en la que también estaba el concejal Orlando Fernández y el diputado regional Enrique López.

Faixat destacó que el inmueble, que el Principado sacó a subasta sin éxito por 10,2 millones de euros, «casi se podría usar tal y como está, con una utilización provisional, para que no se deteriore más, porque el tiempo juega en contra». Bajo su punto de vista de técnico, salvo un problema de humedades en la planta superior, en la zona colindante con la terraza, «los desperfectos son anecdóticos y está todo en perfectas condiciones». Todo ello en un edificio que ocupa más de 10.000 metros cuadrados en pleno centro y lleva cerrado más de cuatro años.

Hecha la visita al interior, el diputado regional de Podemos Enrique López apremió a darle una utilización social a los viejos juzgados «para que no acaben malvendidos por el Principado y siendo pasto de la especulación urbanística, que está esperando que las instalaciones salgan a subasta a un precio de ganga».

«Planteamos un rescate ciudadano de un bien público que puede dar mucho juego a la ciudad de Gijón y Asturias, a movimientos sociales, asociaciones ciudadanas, y a la sociedad civil organizada», remarcó López, quien anunció que su formación política va a pulsar el sentir de la ciudad, en especial del tejido social asociativo, para explorar los posibles usos del inmueble.

López explicó que la idea es que Principado y Ayuntamiento den vía libre para poder implantar algo parecido a lo que funcionaba en La Madreña, las desaparecidas instalaciones de Oviedo. Un modelo que está en boga en ciudades europeas punteras como Berlín o Amsterdam donde los jóvenes pueden encontrar un lugar para dormir por la noche, pero también se imparten talleres o cursos y se pueden celebrar reuniones vecinales.

Díez Faixat reconoció tras la inspección que el inmueble no está adaptado a las últimas normativas y que la accesibilidad «deja mucho que desear». No obstante, en este último caso, existe otro acceso que usaban los jueces y que en su opinión se podría utilizar. Señaló también que la distribución interior facilita la reconversión en pequeñas oficinas e insistió en que el edificio se presta a usarse «en precario».



Fuente: http://www.elcomercio.es/gijon/201702/24/podemos-sostiene-juzgados-prendes-20170224000816-v.html

Oviedo es la ciudad más contaminada del norte de España por micropartículas en el aire.

Resultado de imagen de CONTAMINACIÓN AIRE OVIEDO

La capital asturiana encabeza el ranking de polución por partículas, que mató en nueve años a 4.136 personas, y registra altos niveles de NO2

06.03.2017 | 03:29

Oviedo es una de las ciudades más contaminadas del país y la primera del Norte, según constata un estudio del Instituto Carlos III de Salud. La capital asturiana encabeza el ranking de concentración de partículas en suspensión de diámetro inferior a 10 micras (PM10), que mataron entre 2000 y 2009 a 4.136 personas. El número de fallecimientos atribuibles a la polución es claramente mayor, ya que la investigación no analiza ni Avilés ni Gijón, los dos puntos negros de la región. "Si los datos ya son muy malos en Oviedo, que es el punto menos contaminado por partículas, imagínate el resto de concejos", afirma Fructuoso Pontigo, portavoz de la Coordinadora Ecologista de Asturias. Pontigo indica que el estudio "constata lo que llevamos denunciando años: Asturias tiene un grave problema de salud". 

 La investigación, publicada en la revista "Environmental Pollution", recuerda que, de acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación atmosférica en las ciudades y zonas rurales de todo el mundo provoca cada año 3 millones de defunciones, de las cuales 7.000 tienen lugar en España. Esta mortalidad se debe fundamentalmente a la exposición de micropartículas (PM10 y PM2,5), que causan cáncer, cardiopatías, neumopatías y tienen efectos negativos sobre la diabetes y el desarrollo neuronal de los niños. Incluso se le relaciona con la muerte fetal. Los científicos del Departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Escuela Nacional de Salud Pública del Instituto Carlos III de Salud aseguran que mediante la disminución de estas partículas es posible reducir un 15% el número de defunciones relacionadas con la contaminación del aire.

Según el trabajo, Oviedo es la segunda ciudad del país, después de Santa Cruz de Tenerife, con mayor presencia de micropartículas: una media de 48,2 microgramos por metro cúbico, con máximos de 137. Además es la que más días (un 44,4%) supera el límite de emisiones establecido por la Organización Mundial de la Salud. En la polución por dióxido de nitrógeno, asociada al tráfico, Asturias aparece en los primeros puestos: el sexto de España con niveles de 45 microgramos por metro cúbico. La diferencia con Madrid es mínima, de 14,4 puntos, si se tiene en cuenta que la capital de España multiplica en circulación de vehículos a la del Principado. El dióxido de nitrógeno está vinculado a la mortalidad en un mayor número de capitales de provincia (17 de las estudiadas) que las partículas PM10 (14). Esto significa, dicen los investigadores, que las micropartículas no son el principal contaminante asociado a la muerte.

Sin embargo, en Oviedo y San Sebastián sucede lo contrario: "Es donde las causas de muerte natural son más atribuibles a la contaminación por partículas", expresan los autores del estudio. Entre 2000 y 2009, fallecieron en España por la polución 28.897 personas, contabilizando las causas naturales, respiratorias y circulatorias. De ese total, 4.136 fueron asturianas: 2.963 por causas naturales y 1.173 por problemas circulatorios.

Los autores del estudio, los médicos Cristina Ortiz, Cristina Linares, Rocío Carmona y Julio Díaz, pretendían cuantificar la mortalidad diaria asociada con la contaminación de partículas en suspensión (PM) en las comunidades autónomas. Para ello, calcularon la mortalidad diaria por causas naturales, por problemas circulatorios y causas respiratorias para cada provincia (52) en el período 2000-2009 y midieron las concentraciones medias diarias de partículas de 10 microgramos de diámetro (PM10), dióxido de nitrógeno (NO2) y Ozono (O3). Los investigadores concluyen que las administraciones de las comunidades con niveles de partículas elevados, como Asturias, deben poner en marcha medidas urgentes para rebajarlos.

sábado, 4 de marzo de 2017

El Consejero de Sanidad de Asturias se hace el tonto y niega la relación entre cáncer de pulmón y la contaminación del aire

 

Pesa a que , la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, en sus siglas en inglés), dependiente de la OMS y encargada de revisar qué sustancias ocasionan esta enfermedad ya señaló en su estudio publicado en octubre de 2013 "Outdoor air pollution a leading environmental cause of cancer deaths"que en 2010 se produjeron 223.000 muertes por cáncer de pulmón en todo el mundo atribuibles a la contaminación del aire causada por el transporte, la producción de energía, las emisiones industriales y agrícolas y la calefacción residencial , en Asturias se niega lo evidente.

Nuestro Consejero de Sanidad, Francisco del Busto, médico de profesión, en una delirante intervención en la Junta General del Principado ha negado la vinculación entre la alta tasa de cáncer de pulmón que sufre Asturias con las altas tasas de contaminación aérea que padecen sus principales ciudades. Para mayor perplejidad, dicha negativa la fundamenta en la necesidad de ser "serio y riguroso" y de no "guiarse por intuiciones" afirmando desconocer que exista un estudio científico "con la suficiente profundidad para afirmar categóricamente que la contaminación que existió o existe haya sido un factor determinante en la generación de cáncer de pulmón".

¿Puede seguir, este señor, un día más al frente de la que se denomina Consejería de Sanidad? 

Noticia publicada en El Comercio:

Sanidad reitera que la relación entre contaminación y cáncer en Asturias no está demostrada


La central térmica de Soto de Ribera.
La central térmica de Soto de Ribera. / Eloy Alonso

  • El consejero ha defendido la necesidad de ser «serio y riguroso» y de no «guiarse por intuiciones»


El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, ha reiterado hoy en el pleno de la Junta General que no está acreditado que los niveles actuales de contaminación y los registrados en las pasadas décadas en Asturias tengan una relación "causa-efecto" con la prevalencia del cáncer de pulmón en el Principado.

Del Busto, que ya se manifestó en el mismo sentido la pasada semana en su respuesta a una pregunta de Podemos, ha insistido además en que, por el contrario, sí está científicamente demostrada la incidencia de los niveles de polución sobre la salud y, en concreto, sobre las afecciones respiratorias.
El consejero ha defendido la necesidad de ser "serio y riguroso" y de no "guiarse por intuiciones" y ha afirmado desconocer que exista un estudio científico "con la suficiente profundidad para afirmar categóricamente que la contaminación que existió o existe haya sido un factor determinante en la generación de cáncer de pulmón".

Del Busto ha respondido así a una pregunta formulada por el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, que ha señalado que el informe en el que se basaba Del Busto no excluía "en ningún caso" que la contaminación tuviera efecto sobre el desarrollo del cáncer dado que se trataba de un análisis relativo a la atención primaria y las urgencias.

Además, ha asegurado que sí existen informes recientes de la Universidad de Oviedo que vinculan las zonas más contaminadas con la incidencia del cáncer y ha subrayado que el problema no es "el negacionismo" del consejero sino negar esta circunstancia para no adoptar medidas.

A su juicio, los datos de que se disponen son suficientes para que se adopten medidas medioambientales para reducir la polución tanto en el ámbito del tráfico rodado y de las emisiones contaminantes de la industria como en el sanitario.

Para saber más: 

martes, 21 de febrero de 2017

Miguel Ángel Martínez-González, el sabio de la dieta mediterránea





 Fuente: http://elpaissemanal.elpais.com/documentos/nutricion-dieta-mediterranea/
 Autora: Cristina Galindo

 "El pan blanco es uno de los principales problemas que tenemos en España. Cuando ya se tiene sobrepeso, es una bomba"

Es uno de los cerebros del mayor proyecto científico sobre dieta mediterránea, sus efectos en la salud y en la obesidad, la gran pandemia del siglo XXI. Este catedrático de la Universidad de Navarra, profesor visitante en Harvard, explica cómo lograr una sociedad más sana y alerta sobre las tácticas agresivas de algunas empresas alimentarias.


SE TARDA MENOS de dos minutos en darse cuenta de que el doctor Miguel Ángel Martínez-González predica con el ejemplo. Sube a pie las escaleras de la facultad hasta el segundo piso en el que imparte una clase de bioestadística a futuros médicos, toma el café sin azúcar y, en un menú de restaurante que ofrece como alternativa lentejas, pasta y carne, elige sin dudar las legumbres. Lleva más de dos décadas buscando evidencia científica que apoye las bondades atribuidas por la tradición a la dieta mediterránea.

Este catedrático de Salud Pública de la Universidad de Navarra, y desde junio también catedrático visitante de Harvard, es uno de los cerebros del ensayo Predimed, el más amplio realizado hasta ahora sobre los efectos de la dieta originaria del sur de Europa: el seguimiento de una cohorte integrada por 7.500 participantes reclutados en toda España durante una década ha demostrado que esta reduce en un 66% los problemas circulatorios, en un 30% los infartos e ictus y en un 68% el riesgo de cáncer de mama.

En el pasillo que hay junto a su despacho del campus en Pamplona, donde se desarrolla la entrevista, cuelgan de un corcho los trabajos que su departamento ha publicado recientemente en revistas científicas. “Es el muro de la autoestima”, bromea. El doctor malagueño, de 59 años, colabora en diversas investigaciones desde los noventa con la Escuela de Salud Pública de Harvard, referencia mundial en nutrición. De allí tomó la inspiración, y los conocimientos, para contribuir a crear no solo el proyecto Predimed –sus hallazgos ya se incluyen en las guías nutricionales oficiales de Estados Unidos–, sino también el SUN, un programa en el que más de 22.000 personas, el 50% de ellas profesionales sanitarios, han puesto a disposición de los investigadores –de forma continuada desde 1999– datos sobre su salud y estilo de vida que han servido para decenas de trabajos de investigación. También ha comenzado recientemente otro proyecto, Predimed Plus, que persigue demostrar a través del seguimiento de casi 7.000 pacientes obesos durante cuatro años que con la dieta mediterránea mejorarán su dieta, incrementarán su actividad física y perderán peso.

Ya es un hecho científico: la dieta mediterránea es saludable. Entonces, ¿por qué hay tanto sobrepeso en España?

Mucha gente dice que conoce y sigue la dieta mediterránea. Pero la realidad es que las generaciones jóvenes han incorporado la norteamericana. Se come demasiada carne roja y procesada. No quiero decir que tengamos que hacernos vegetarianos. Pero la evidencia científica indica que, a medida que se aumenta el porcentaje de proteínas vegetales sobre las animales, se reduce brutalmente la mortalidad cardiovascular y por cáncer. La dieta mediterránea, sobre todo el consumo de aceite de oliva virgen extra, frutos secos, frutas, verduras y legumbres, es la mejor opción. Después, mejor comer pescado que carne y, esta, preferentemente de ave o conejo. También conviene reducir el consumo de azúcar y sal, y llevar una vida menos sedentaria. Usar más las escaleras y menos el ascensor.

¿Por qué a la gente le cuesta tanto adelgazar?

 Primero, porque hay que tener mucha fuerza de voluntad para perder kilos y no volverlos a recuperar. Pero es que, además, cierta industria alimentaria ejerce gran presión para poner muchos alimentos a nuestra disposición a todas horas, a un coste muy barato y en grandes cantidades. ¿Qué es lo que está más al alcance en las estanterías de los supermercados? Alimentos ultraprocesados, con gran densidad energética porque les han metido mucha grasa, azúcar y sal, a veces en contra de la naturaleza del producto, como pasa con el kétchup. ¿Qué tendrá que ver la salsa de tomate con él? Y se vende y consume en cantidades industriales. Además, las raciones grandes y baratas hinchan a la gente. Vivimos en una cultura de sobrealimentación. Deberían hacerse más fáciles las opciones más sanas.

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Vanessa Montero

Por mucho que la industria quiera tentarla, la gente sabe que todo eso muy sano no puede ser. Nadie les obliga a comerlo. 

La mayor parte de las elecciones que hacemos no son muy racionales. El economista Richard H. Thaler, un referente en la teoría de las finanzas conductuales, y Cass R. Sunstein, otro experto en economía conductual, lo explican muy bien en uno de mis libros favoritos, Un pequeño empujón (Taurus). La gente suele optar por la decisión más fácil, y hay cierta industria que le da ese pequeño empujoncito. Por eso creo que hay que poner fácil lo saludable, dar pistas de qué se debe elegir para comer bien. Son estrategias de salud pública para construir una sociedad más sana. De tal manera que, por defecto, te ofrezcan pan integral. El refresco, sin azúcar. Thaler y Sunstein lo llaman paternalismo libertario. La gente debe ser libre para elegir, pero creo que hay que informar y proteger contra elecciones que no se piensan mucho y que son dañinas. Sin forzar. Esto es lo que enseño en medicina preventiva.

El Gobierno acaba de anunciar la creación de una tasa que penaliza el consumo de bebidas carbonatadas. ¿Qué le parece? 

Soy partidario de que se subvencionen el aceite de oliva virgen extra, las frutas y las verduras a base de gravar el consumo de carne roja y procesada, comida basura y bebidas azucaradas. Así se lanza un mensaje claro de qué es sano y qué no.

Hablaba antes del pan. ¿Es dieta mediterránea? 

Hemos debatido mucho en torno a este tema. La conclusión a la que hemos llegado es que el pan blanco es uno de los problemas más graves que tenemos en España. La gran mayoría lo consume y, además, se hincha. Conviene saber que es fundamentalmente un almidón, y nuestro cuerpo es supereficiente transformando el almidón en azúcar. Es como tomar glucosa. Basta con poner un poco de miga en la boca, enseguida sabe dulce. ¿Y por qué se molesta la industria en quitar el grano entero? Porque las harinas refinadas aguantan mejor. Son muy útiles comercialmente, pero les quitan la parte más nutritiva y que permite que se absorban los azúcares más lentamente. Le estamos dando a la gente, con el pan blanco, un combustible de rápida absorción. Y eso, especialmente cuando ya se tiene sobrepeso, cierta resistencia a la insulina, es una bomba. Habría que consumir menos y, preferiblemente, integral.

Proliferan ahora los libros sobre las diversas teorías de qué alimentos engordan más o menos. Que si las grasas no son tan malas como se pensaba y el azúcar es la razón de la epidemia de obesidad y diabetes… ¿Qué es peor, el azúcar o las grasas?

El azúcar es un gran problema. Se añade en grandes cantidades a los refrescos, zumos y productos envasados. Los niños se acostumbran a esos sabores extradulces y, claro, luego no quieren comerse una pera. Pero, por otra parte, está demostrado que la grasa saturada tiene un efecto negativo sobre la enfermedad cardiovascular. Tanto las grasas como el azúcar pueden ser problemáticos.
La industria dice que no hay que demonizar alimentos, que hay que comer de todo. 

No se ha demostrado científicamente que comer una amplia variedad de alimentos sea mejor que restringir algunos. Pero, al productor de carne de vacuno, ¿qué le va a interesar decir? Pues que no hay que demonizar ningún alimento. La industria tiene muchos más recursos que las autoridades de salud pública para lanzar estos mensajes. Ha pasado antes. Algunas empresas de alimentación han usado tácticas similares a las que usó la industria tabacalera. Como pagar a científicos para que dijeran que el tabaco no perjudicaba la salud tanto como se creía. Se llegó a decir que los cánceres de pulmón incipientes producían el deseo de fumar para calmar el dolor. También se ha empleado dinero para desprestigiar a los epidemiólogos que trabajamos en nutrición.

¿Comparar la industria alimentaria con la del tabaco no es un poco desproporcionado? 

Hace dos años se publicó un informe en PLoS Medicine con los documentos internos de la industria del azúcar de los años cincuenta y sesenta. Allí se constata que se sabía perfectamente que era la causa de la caries dental. En aquellos documentos internos se detalla cómo pagaron a científicos para que sembraran la duda sobre todo lo que pudiera perjudicarlos. Los expertos en marketing que aconsejaban a las empresas azucareras fueron contratados después por las del tabaco, que imitaron estas estrategias. Por otra parte, sí es destacable que en los últimos años ha habido movimientos responsables dentro de la propia industria alimentaria para retirar las grasas trans [las más dañinas] de sus productos, usar edulcorantes que no sean calóricos y reducir el contenido de sal.

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Vanessa Montero

¿Usted ha aceptado dinero de la industria?

En dos ocasiones. La primera, en un momento en que nos negaron todos los fondos y la cohorte SUN dedicada al estudio de hábitos alimentarios corrió peligro de desa­parecer. Aceptamos una oferta de Danone para ver los efectos metabólicos del yogur sobre la obesidad. Fueron unos 40.000 euros en 2013. Concluimos que el consumo de yogur reducía el riesgo de obesidad, pero también dijimos que el consumo de fruta lo reducía aún más. Después de publicar el estudio acabamos nuestra colaboración con ellos y les pedí que no me llamaran más.

¿Si publicó lo que quiso, por qué rechazarlos?

Es una presión muy sutil. Me invitaron a que fuera a un simposio en Boston para hablar de nuestros descubrimientos con el yogur. No me gusta aparecer en un congreso de la mano de una industria concreta. Considero que es mejor para todos que los investigadores sean independientes. 

¿No ha recibido dinero de los productores de aceite de oliva? 

No. La segunda ocasión fue el Consejo Internacional de Frutos Secos quien nos pagó. Participamos en una convocatoria pública competitiva para financiar Predimed Plus porque repartíamos frutos secos entre los participantes. Obtuvimos un proyecto de 50.000 euros para dos años, menos del 3% del dinero que recibimos durante esa época. Ahora, la totalidad de nuestra financiación es pública: fondos estado­unidenses, españoles y europeos.

Hay investigadores que aceptan dinero de la industria. 

Es un tema delicado. En 2013, nuestro trabajo publicado en PLoS Medicine concluía que era cinco veces más probable que los estudios realizados con financiación de cierta industria concluyeran a favor de esas empresas. También es interesante contrastar cualquier estudio que haya recibido dinero de compañías de alimentación con otros independientes y compararlos. No se puede fiar uno solo de investigaciones financiadas por los interesados. No se puede ser juez y parte. Otra posibilidad sería que la industria aportara ese capital a un fondo anónimo y que no tuviera capacidad para decidir qué proyectos se van a financiar. Por otro lado, las agencias públicas tendrían que incrementar sus inversiones en epidemiología nutricional. La alimentación interesa a toda la población.

La obesidad es ya una epidemia de alcance global. 

Es la gran pandemia del siglo XXI, y va a provocar el hecho insólito de que en las sociedades desarrolladas retrocedamos en expectativa de vida. En Estados Unidos acabamos de saber que ya ha pasado. Un macroestudio reciente realizado en Israel muestra que incluso la gente cuyo peso está dentro de la normalidad, pero en la parte alta, rozando el sobrepeso, sin ser aún obesos, tiene un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular. La OMS asocia la obesidad con 15 tipos de cánceres. Eso tiene un impacto en la calidad de vida. Por eso estamos haciendo el ensayo Predimed Plus, para ver si con dieta mediterránea no solo se está más sano, sino también más delgado.

Solo en presencia de una dieta insana, la genética se relaciona con la obesidad. Por supuesto, el papel de los padres es clave

¿La obesidad es genética?

Es hereditaria, porque las costumbres se pueden pasar de padres a hijos, pero el componente genético no puede explicar la pandemia actual. En Harvard hicieron un estudio muy interesante en 2012: tomaron 32 genes relacionados con la obesidad y vieron qué pasaba cuando se tomaban bebidas azucaradas. Si no se consumían refrescos azucarados, la genética no predecía nada. Es muy llamativo. Solo en presencia de una dieta insana, la genética se relaciona con la obesidad. Por supuesto, el papel de los padres es clave, y el de la escuela, los profesionales sanitarios, los medios y la cultura del entretenimiento.

¿Hasta dónde puede llegar la medicina preventiva? 

Empecé a formarme como cardiólogo, pero enseguida me di cuenta de que me gustaba actuar antes, la epidemiología, los grandes números. En los noventa, la medicina preventiva era insignificante en España. Ha ido ganando prestigio gracias a la medicina basada en la evidencia científica. Antes el médico se fiaba de su inspiración, de su ojo clínico, de su experiencia. Ahora hay investigaciones que afirman que tras estudiar a 10.000 pacientes, esto es lo que suele pasar. Ha cambiado el lenguaje de la medicina.

Se solía decir que un buen médico era alguien mayor, con experiencia. 

Era una visión subjetiva. Ahora tiene una base más objetivada, cuantificada, rigurosa, científica, pero nunca debe faltar el afecto humano al paciente y la atención personalizada.

¿No podemos acabar obsesionándonos con la prevención? 

La gente confunde la medicina preventiva con los tratamientos precoces o los chequeos. Pero lo principal es el estilo de vida y la dieta. La vida es simple, al menos en teoría: no fumar, estar delgado, tener actividad física, comer sano y controlar la presión arterial, el colesterol y la glucosa. Si se tienen bajo control estas cosas, se reduce en un 76% la mortalidad cardiovascular.

Hoy en día, con un simple análisis de sangre o saliva se puede pronosticar un cáncer en una persona totalmente sana. 

Esa medicina preventiva tiene aplicaciones que son habas contadas. Es muy poca gente la que puede beneficiarse ahora mismo. No hay recursos. En cambio, comer más lentejas y menos carne está al alcance de toda la población desde ya mismo.

Hay un empeño en hacer que la gente viva muchos más años. 

La calidad de vida es fundamental. Y mucha se pierde por las enfermedades neurodegenerativas. Estamos investigando el efecto de la dieta mediterránea en demencias como el alzhéimer y el párkinson y hemos empezado a ver que también es beneficioso. Calculo que en un año se publicarán los resultados. Creo que va a ser un bombazo.

domingo, 19 de febrero de 2017

A Donald Trump no le gusta la regulación financiera

Trump da su primera orden ‘reaganiana’: ¡A desmantelar la regulación financiera!


La historia se empeña en mostrar su tendencia cíclica. Como una vuelta a lo vintage, el nuevo presidente estadounidense quiere restablecer la doctrina neoliberal de Ronald Reagan. Con un giro emblemático: el derribo de la Ley Dodd-Frank, creada por Obama para añadir supervisión bancaria y rigor regulatoria a la banca y la industria financiera, infectada de activos tóxicos por acumulación de fondos de inversión de alto riesgo.



La devoción de Trump por Reagan está fuera de toda sospecha. De ahí que no sorprenda que una de sus primeras órdenes haya sido encargar a su secretario del Tesoro, Stephen T. Mnuchin -hasta su asunción del cargo de superministro de Economía y Finanzas, gestor de fondos de inversión y ejecutivo de Goldman Sachs- que desmantele la Dodd-Frank Act. Ley que Barack Obama incorporó precipitadamente tras el estallido de la quiebra de Lehman Brothers para devolver la estabilidad al sistema, reforzar sus mecanismos de control desde la Reserva Federal -el organismo de fiscalización de la arquitectura financiera americana- y aplicar reglas claras y transparentes que restablecieran los niveles de liquidez y solvencia necesarios para eludir futuras crisis (en el caso de los bancos) y reforzaran la protección de los consumidores. Que así llama el segundo apellido de la norma legal.

Mnuchin, presto a la petición de Trump, ya ha comentado que “matará” y “enterrará” elementos de la Dodd-Frank. Además de determinados preceptos de la Volcker Rule, su complemento ideal -diseñada por el que fuera presidente de la Fed, de perfil republicano, Paul Volcker, durante los mandatos de Jimmy Carter y Ronald Reagan- porque empezó a restringir la capacidad de autonomía de los bancos para confeccionar productos de inversión especulativos. Unos activos que se tornaron tóxicos durante los años previos a 2008 dentro de los balances bancarios. Hasta alcanzar unos cálculos multibillonarios, según admitieron entonces el FMI y la OCDE. Casi del triple del valor del PIB español. Y cuya toxicidad tuvo mucho que ver con la rebaja fiscal decretada por George W. Bush en 2003 por la que concedió 350.000 millones de dólares (suma equivalente a las economías argentina y chilena) a los bolsillos del 5% de los ciudadanos más pudientes de EEUU. Porque gran parte de esta riqueza extra en manos de multimillonarios se invirtió en instrumentos de alto riesgo financiero; esencialmente, estructurados, derivados y swaps.

A juicio de Donald Trump, la “Dodd-Frank es un desastre”

Pero nada de esto parece preocupar a Trump. Porque, a su juicio, la “Dodd-Frank es un desastre”. Aunque, entre otras exigencias, estipule la obligación de que las entidades bancarias de EEUU se sometan a pruebas de resistencia (stress test) y haya logrado, en sus seis años de vida, que las firmas de inversión transformaran sus áreas de negocios, separaran sus divisiones comerciales minoristas de su banca de inversión y mejoraran sus protocolos de información a sus clientes.

A buen seguro, Trump cederá ante las presiones de Wall Street para desfigurar los actuales mecanismos de control. A imagen de lo que hizo en el pasado Reagan. Sin tener en cuenta que su antecesor republicano en la Casa Blanca, Bush hijo, tuvo que reforzar el papel de la SEC (la CNMV estadounidense) para afrontar el escándalo Enron y los movimientos bursátiles especulativos que condujeron al pinchazo de la burbuja de las punto.com; amén de pasar a la historia como el único presidente bajo cuyo doble mandato se registraron dos recesiones. Dará mayor credibilidad a los cientos de miles de dólares que la industria -dicen los responsables de la banca- ha tenido que desembolsar en este último decenio para sufragar la multiplicidad de requerimientos y exigencias que dictamina la ley, y a la necesidad de insuflar crédito al sistema productivo; sobre todo las PYMES.

Tampoco parece importarle al nuevo inquilino del Despacho Oval que la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, apoyara públicamente la “seguridad y solidez” de la regulación financiera de EEUU que, en su opinión, “goza de buena salud”. O de que, incluso, enfatizara que “no quería ver el reloj retrasarse de nuevo”; en alusión a una marcha atrás hacia las normativas permisivas que condujeron a la crisis de 2008

Ni la respuesta que su invectiva provocó en Europa. Mario Draghi, como su homóloga de la Fed, precisó que “lo último que se necesita en este momento es una relajación regulatoria”. Toda una declaración de intenciones del presidente del BCE que, en este caso, parece convencido del peligro de la iniciativa de Trump, en una fase en la que, en Europa, se ha tejido normas hacia la unión bancaria y la disciplina financiera. “Francamente, no veo razón alguna para devaluar un entramado normativo que ha reconducido la fortaleza de los bancos y de los servicios financieros a cotas mucho más elevadas de las que tenían antes de la crisis”, precisó Draghi.

Todavía quedan importantes asuntos por resolver, como los problemas de solvencia de los bancos de Italia y Francia

Sobre todo, porque en esta reconversión de la banca, todavía quedan importantes asuntos por resolver, como los serios problemas de solvencia que acechan sobre los sistemas bancarios de Italia y Francia o la incógnita que genera el alto riesgo sistémico que transmite el poderoso Deutsche Bank. Sin olvidar la compleja desconexión del Brexit y la batalla por qué ciudad se erigirá en gran centro financiero europeo, o la tensión que supone para el Viejo Continente la combinación de varias citas electorales, con la irrupción del nacionalismo de derecha, y la benevolencia que este desarme regulatorio -que reducirá costes a la banca- creará a bancos americanos y, presumiblemente británicos, que verán elevar su ventaja competitiva en relación a la europea. En pleno tramo final para la entrada en vigor de la MiFID II, en 2018. Tan sólo un par de años después de que el BCE asumiera la supervisión global del modelo bancario de la zona del euro.

Esta directiva está confeccionada para perfeccionar, con guías y normas financieras, las fórmulas de comercialización de los productos bancarios y ahondar en las garantías a clientes e inversores. Y de Basilea IV, la batería regulatoria que prepara el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (CSBB) del Banco Internacional de Pagos (BIS, según sus siglas en inglés), dirigidas a reforzar la supervisión y el control de las entidades bancarias, la industria financiera y el sector asegurador, y que podrían tener un impacto significativo sobre los requisitos mínimos de capital (es decir, de solvencia) de los bancos. Pero de cuyas reuniones, paradójicamente, se van a ausentar los delegados de EEUU hasta que conozcan los pormenores de la reforma de Trump.

El problema reside en que las economías anglosajonas podrían seguir la estela marcada desde Washington

El problema, según los analistas del mercado, reside en que economías anglosajonas y, en especial, la británica, podrían seguir la estela marcada desde Washington. Sólo la industria financiera de Reino Unido mueve 8,6 billones en gestión de activos. El triple del PIB del país. Y no parece que se vayan a quedar con los brazos cruzados y comprobar cómo los mastodónticos bancos de inversión americanos, con Goldman Sachs (GS) y sus largos tentáculos con el poder político americano a la cabeza, les quitan una parte suculenta del pastel.
Porque GS no sólo ha sido el gran vencedor de esta crisis. Siempre se ha jactado de haber sido el catalizador de los intereses de Wall Street. En EEUU y el resto del mundo desde su nacimiento, a mediados del siglo XIX. Sólo así se explica que tanto altos ejecutivos de este banco de inversión hayan recalado en el Tesoro norteamericano. Desde Henry Fowler, bajo el mandato de Lyndon B. Johnson, hasta Mnuchin, pasando por Robert Rubin, con Clinton, Henry Paulson, con Bush hijo. Sin mencionar una larga decena de jerarcas de GS que han ocupado otros puestos de relevancia en el área económica de los últimos gabinetes presidenciales. Como Jay Clayton, abogado de la firma, al que Trump ha colocado al frente de la SEC. Ni los que fueron llamados a resolver la crisis en Europa. Entre ellos, el propio Draghi o los primeros ministros italiano, Mario Monti, y griego, Lucas Papademos -éste en medio de la guerra con sus socios europeos por el excesivo endeudamiento del país- después de gobernar el Banco de Grecia. Incluso el titular de Economía español, Luis de Guindos, regentó Lehman Brothers en España antes de su quiebra, banco cuyas cenizas fueron a parar a GS. O los que acaban de aterrizar, como el ex presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso. Una puerta giratoria que no ha llevado implícita sanción alguna por las autoridades de la UE.

Esta lectura soterrada de cómo se ejerce la influencia financiera desde la gran banca es, en el fondo, un dolor de cabeza para las autoridades monetarias. Además de una fórmula de presión para que otras economías sigan las pautas previstas por EEUU. No por casualidad, Trump quiso enviar otros mensajes subrepticios a Europa. Entre otros, la depreciación del euro, que achaca al interés alemán por mantener su superávit comercial pero que, en el fondo, trunca su decisión de devolver al dólar la hegemonía perdida en el último decenio. Un billete verde fuerte resulta de sumo interés no sólo para su estrategia de proteccionismo comercial. También para forzar a que la Fed acelere las subidas de tipos de interés que emprendió el pasado año.

El esperado dinamismo inmediato que sus medidas de mayor gasto en infraestructuras y rebajas de impuestos espoleará a medio plazo la inflación favorecen inicialmente su idea de encarecer el precio del dinero. Pero, a medio plazo, si los desequilibrios económicos de mayor déficit y descompensación de la balanza de pagos por el riesgo de recesión en un ciclo que ya supera la media de ocho años de crecimiento -y sobre el que pesan malos augurios como la caída de beneficios empresariales-, se tornan en realidad, el descenso de los tipos hasta un punto de equilibrio bajo será demasiado drástica. De ahí las apelaciones a la prudencia de Yellen, con las que ha saludado la agenda económica de Trump, tienen demasiado sentido. 

Draghi debe dar por finalizada su estrategia de compra de deuda

Igual que en la órbita europea. Draghi es consciente de que debe dar por finalizada su estrategia de compra de deuda de socios del euro. Con presiones cambiarias y unas economías, las europeas, que no acaban de entrar en velocidad de crucero desde la recesión post-crisis. Y que conoce a la perfección los sobreesfuerzos de acomodar con retardo el precio del dinero a los niveles que marca la Reserva Federal.

Sobre todo, porque los estatutos de la Fed, a diferencia de los del BCE, no tienen el mandato exclusivo de combatir la inflación bajo una cota rigurosa, la del 2%. Sino que designa los tipos de interés en función, también, del dinamismo económico y de la creación de empleo. Para más inri, con leyes tributarias y laborales homogéneas. En este sentido, cualquier movimiento precipitado de más carestía del dinero en Europa redundará de manera negativa en el ritmo de crecimiento a medio plazo.

Sumarios:

Mnuchin ya admite que “matará” reglas de la Dodd-Frank, ley de Obama que exigió mayores ratios de solvencia y transparencia a la industria financiera, y de la Volcker Rule, que restringió el uso de productos de inversión especulativos.

La desregulación financiera de Trump cuenta con el visto bueno de Wall Street, que pretende suprimir buena parte de los costes que la banca ha tenido que asumir para cumplir con los requerimientos legales para ganar competitividad.

La intención de la Casa Blanca también lleva implícita la tarea de diluir los actuales controles de supervisión de los bancos y, para ello, dispone de talentos procedentes de Goldman Sachs, como el propio secretario del Tesoro.

Las reticencias a este fervor desregulador proceden de las dos máximas autoridades monetarias; Yellen no quiere que “el reloj vuelva atrás”, a los años previos a la crisis, y Draghi no ve “razón alguna” para desproteger al sector.