viernes, 18 de marzo de 2011

«Sustancias tóxicas y cáncer». Entrevista a Phil Landrigan, pediatra y experto en epidemiología.




PHIL LANDRIGAN Pediatra y experto en epidemiología y miembro del Hospital Monte Sinaí (EEUU)
Elisa CAMPO

Phil Landrigan es uno de los expertos con mayor reconocimiento internacional entre los participantes en la conferencia sobre determinantes ambientales y laborales del cáncer que comenzó ayer en el Centro Niemeyer de Avilés. Este estadounidense de raíces irlandesas (ayer llevaba una corbata con tréboles alusiva a la celebración del día de San Patricio) es especialista en pediatría y epidemiología, miembro del Hospital Monte Sinaí de Nueva York. No era la primera vez que pisaba territorio español, pero la de estos días sí es su primera visita al norte y se mostró sorprendido al saber que, al igual que en Irlanda, la música tradiciona asturiana se hace con gaitas. Como experto en pediatría es autor, entre otras obras, de un trabajo sobre cómo criar a los niños sanos en un mundo tóxico.

-¿Realmente es un mundo tóxico el que nos rodea?

-No todo lo que nos rodea es tóxico, pero sí que hay muchos elementos y tenemos que prevenir su incidencia, especialmente en los niños.

-¿Somos conscientes de estas amenazas para la salud?

-No, no somos lo suficientemente conscientes. Necesitamos elevar el grado de consciencia en dos grupos de población: los padres, para que aprendan a evitar daños en sus hijos, y en los líderes políticos, que son los que pueden tomar decisiones. Respecto a esto, es muy importante que los líderes de los gobiernos español y asturiano estén participando en esta conferencia, es simbólico que se impliquen.

-¿Cómo se pueden evitar los riesgos en el ámbito familiar?

-Las exposiciones más importantes en la casa se deben a los pesticidas que se utilizan en la casa y en el jardín.

-¿También los productos de limpieza para el hogar?

-Sí, también. A eso hay que añadir dos sustancias químicas que se emplean en objetos de plástico, el ftalato y el bisphenol A, que se utilizan para flexibilizar el plástico. Y lo llevan, por ejemplo, los biberones para los niños y algunas botellas. Es fundamental que las mujeres embarazadas tengan cuidado, ya que esas sustancias pasan a los fetos y perjudican el desarrollo del cerebro.

-¿Qué recomienda para prevenir?

-Nunca, nunca, meter elementos de plástico en el microondas. Y cuanto más caliente esté un plástico, más peligroso será beber de él.

-¿Los juguetes de plástico pueden ser también peligrosos?

-Los hay que sí, los hay que no. Lo mejor es buscar juguetes de madera y que no tengan pintura.

-Parece que el progreso se vuelve contra el hombre...

-Es una espada de doble filo. En la parte positiva, los productos químicos hacen nuestra vida mejor: medicaciones, edificios tan maravillosos como este (el Centro Niemeyer)... Pero por otra parte la sociedad tiene que enfrentarse a un terrible problema por riesgos para la salud. Ahora se descubre que la rentable aplicación de nuevos químicos que comenzó hace 30 o 40 años tiene consecuencias negativas para la salud, con efectos como un mal desarrollo del cerebro de los bebés. Tenemos que hacer un trabajo muy importante para evaluar los productos químicos.

-Es la segunda vez que se refiere al desarrollo del cerebro de los bebés.

-Es una parte del cuerpo muy vulnerable a los tóxicos: plomo, mercurio, pesticidas... Y también anti inflamables con bromo. Hay estudios epidemiológicos que han establecido que las exposiciones prenatales a estos químicos están causando problemas para el desarrollo del cerebro: disminución de la inteligencia, trastornos de atención y de comportamiento... Y además, una vez dañado el cerebro, no hay vuelta atrás. El cerebro tiene capacidad de regeneración mínima.

-¿Cómo aborda EE UU el consumo de tabaco, uno de los principales causantes del cáncer?

-Tenemos restringido su consumo de forma exitosa en restaurantes, cafeterías, edificios públicos... Y supuso un gran cambio en comparación con lo que había hace unos años. El problema es que se sigue consumiendo el tabaco y los responsables de marketing de las industrias tabacaleras son muy inteligentes, saben cómo abordar a los grupos más susceptibles de consumirlo.

-¿Cómo afecta el uso de móviles para esta enfermedad?

-No tenemos bastante información sobre los riesgos, pero sugiero precaución, especialmente para los niños.

-¿Y la exposición al sol?

-Demasiado sol es peligroso. En Escocia están prohibidos los solarium para los menores de 18 años, una medida que me parece totalmente adecuada.

-¿Qué opina de las incineradoras?

-Es importante que tengan filtros adecuados para el control de emisiones atmosféricas. Es admisible que se queme basura, pero con las medidas de seguridad adecuadas.

-¿Es muy difícil convencer a los políticos de la necesidad de tomar medidas para disminuir los riesgos ambientales para la salud?

-Depende del político. Algunos son muy receptivos, como Alojz Peterle, ex Primer Ministro de Eslovenia y miembro del Parlamento Europeo (presente en el congreso), que lidera este trabajo para prevenir los efectos nocivos de los productos químicos. Y la Princesa de Asturias está claramente tratando de inspirar al Gobierno. Hay que educar a los políticos.

-¿Qué papel juegan los intereses económicos?

-Son muy fuertes en la industria química, por ejemplo. Pero algunas veces es posible encontrar un líder en la industria que se puede dar cuenta de que es posible hacer dinero respetando la salud de las personas.

-Usted trabaja en el Monte Sinaí, un hospital que es un referente mundial y que además recibe a pacientes de muy distinta condición social, según tengo entendido.

-El Hospital Monte Sinaí tiene una parte muy altruista. Está justo en la frontera entre el Upper East Side, habitado por gente rica, y el barrio de Harlem, que es todo lo contrario. Aceptamos pacientes de esas dos comunidades. Y hay mucho contraste entre el estado de la salud de los ricos y la de los pobres. Los pobres tienen más obesidad, más cáncer e hipertensión, más enfermedades de corazón y los niños padecen más asma y más exposición a pesticidas en la casa necesarios para el control de cucarachas.

-¿Y los ricos? ¿De qué enferman?

-Los ricos, las enfermedades típicas del mundo desarrollado, pero más tarde en la vida porque tienen adecuadas medidas preventivas. Padecen menos discapacidades.

-¿Qué opina del debate de cómo se han de gestionar la sanidad, si de forma privada o pública?

-Yo lo que pienso que todo el mundo tiene que tener acceso a la sanidad.

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