lunes, 8 de septiembre de 2014

El fracaso del control sobre el fraude fiscal en España: menos ingresos, más fraudes y más economía submergida


Los Técnicos de Hacienda (Gestha) denuncian el fracaso del control sobre el fraude fiscal
 
                  
Caída de los resultados de la AEAT en la lucha contra el fraude
Fuente: Gestha

La lucha contra el fraude en España sigue cifrándose en números rojos. Más de 250.000 millones de euros anuales que escapan al control del fisco alcanzando un nivel récord del 24,6 por ciento del PIB.

Los últimos resultados anuales de la AEAT fueron los “peores” en toda su historia

Los resultados en la lucha contra el fraude cosechados por la Agencia Tributaria (AEAT) desde que comenzó la crisis no han logrado evitar un aumento de la economía sumergida en España de 60.000 millones de euros, según señalaron hoy los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA) en reacción a la comparecencia del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Congreso.

Por este motivo, Gestha considera que “algo está fallando” en la lucha contra el fraude cuando la economía sumergida sigue creciendo año tras año, alcanzando un nivel récord del 24,6% del PIB, lo que supone más de 250.000 millones de euros anuales que escapan al control del fisco. De hecho, el ejercicio 2013 fue el peor en resultados en los 23 años de historia de la AEAT, ya que la lucha contra el fraude apenas logró 10.950 millones de euros, con un descenso de 567 millones respecto al ejercicio anterior.

Los Técnicos también apuntan que el mínimo repunte de la recaudación en la lucha contra el fraude no compensa el aumento de 15.000 millones de euros anuales de la economía sumergida. Además, los 5.508 millones de euros obtenidos en el primer semestre de 2014, un dato considerado “récord” por el propio ministro de Hacienda, son similares a los alcanzados en el mismo periodo de 2013 y 2012, cuando se ingresaron 5.034 y 5.042 millones de euros, respectivamente, por lo que los Técnicos no prevén para este año una mejora sustancial que permita hablar de un punto de inflexión en los resultados de la Agencia.

Por otro lado, los Técnicos lamentan también la autocomplacencia del ministro al referirse al tipo medio efectivo que pagan las grandes empresas a Hacienda, que actualmente se sitúa en el 5,3% y que espera que cierren el ejercicio en el 9%. Pese a la mejora, la cifra está a años luz del tipo del 30% nominal por el que deben tributar este tipo de compañías, que son las que concentran el 72% del fraude junto con las grandes fortunas, ocasionando unas pérdidas a Hacienda superiores a los 40.000 millones de euros anuales.

Más reclamaciones a Hacienda y menos denuncias por delito fiscal

Gestha también ha pedido cautela a la hora de hablar de las reclamaciones realizadas por los contribuyentes a Hacienda en los Tribunales Económicos Administrativos (TEA) y en los Tribunales de Justicia, ya que la falta de técnicos e inspectores para resolverlas ha provocado que la Agencia Tributaria pierda la mitad de los litigios, lo que ha afectado de forma negativa a los resultados de la lucha contra el fraude al recaudar 1.038 millones de euros menos en 2013.

                       
Tasa de estimación de reclamaciones tributarias
Fuente: Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)

Además, los Técnicos muestran claras reservas sobre los datos facilitados por Montoro sobre las condenas por delito contra la Administración y Hacienda, ya que pese a que el número de condenas aumentó en los últimos dos años y medio, la propia Memoria de la AEAT reconoce que se han desplomado las denuncias al Ministerio Fiscal por este tipo de delitos, bajando a 652 en 2012 desde las más de un millar registradas un año antes.

Este desplome se debe, según Gestha, a la resolución interna de la AEAT sobre las competencias y funciones en el área de Inspección, que impide a los Técnicos de Hacienda ultimar expedientes en “los supuestos de especial dificultad sobrevenida”, es decir, simulación, conflicto, fraude de ley o delito fiscal. Esto provoca que las denuncias no siempre acaben en condenas penales y que parte de los condenados sean finalmente indultados por el Ejecutivo.

Por tanto, Gestha considera “prioritario” que los esfuerzos de la Agencia Tributaria y de la Intervención General del Estado (IGAE) a corto y medio plazo se centren en combatir el fraude fiscal y blanqueo de capitales, así como el control del gasto público y las subvenciones, a través de la autorización a los 8.000 Técnicos del Ministerio de Hacienda para que asuman mayores responsabilidades en su efectiva aplicación.

Además, son necesarios más recursos en la persecución del fraude. De hecho, según los datos de la OCDE, para equiparar la Administración tributaria española con la media europea, se necesitaría 26.718 nuevos funcionarios a medio y largo plazo. Por tanto, según Gestha, esta carencia no se suple con 490 técnicos de Hacienda, 54 inspectores y 321 agentes nuevos en la lucha contra el fraude aprobada recientemente en la Oferta de Empleo Público extraordinaria.

Fuente: www.nuevatribuna.es/articulo/economia/resultados-hacienda-no-evitaron-aumento-fraude-60-000-millones-crisis-gestha/20140902144114106764.html

sábado, 6 de septiembre de 2014

Sin consumidores, no hay capitalismo (o viceversa)

No hay capitalismo sin consumidores

Quien crea realmente empleo es la clase media

05.09.2014 | 23:34
 
No hay capitalismo sin consumidores
No hay capitalismo sin consumidores
 
 
Nick Hanauer, un riquísimo estadounidense que hizo su fortuna como uno de los primeros inversores en el gigante de la distribución Amazon, ha comprendido que no puede haber capitalismo si faltan los consumidores.

Hanauer, actualmente al frente de la firma de inversiones "Seconde Avenue Partners", con sede en Seattle, la ciudad de la costa Oeste de EEUU siempre en vanguardia de todos los movimientos sociales, así se lo ha advertido a quienes han amasado como él grandes fortunas.

De no corregirse la actual tendencia al crecimiento de la desigualdad lo mismo en Estados Unidos que en el resto del mundo, vendrán con "horcas" a por los ricos, escribió hace algún tiempo en un artículo publicado por la revista "Político", que causó sensación.

Hanuer se refería con esa poderosa y un tanto exagerada imagen a una revolución popular como la que acabó con la aristocracia en Francia o con el zarismo en Rusia.

Ese inversor de origen alemán no es por supuesto ningún revolucionario y solo quiere salvar el capitalismo con un regreso a los tiempos de Henry Ford, empresario que debería ser, dice, "nuestro modelo".

Ford comprendió en su día que sus trabajadores no eran solo una mano de obra barata a la que explotar sino que eran también consumidores. Y había que pagarles unos salarios dignos de modo que pudiesen comprar ellos también un día los automóviles que salían de las cadenas de montaje en las que trabajaban.

Eso de que si se bajan los impuestos a los ricos, todos, también los pobres, saldrán beneficiados -la llamada "economía del goteo" del conservador Ronald Reagan- es para Hanauer una especie de cuento de la lechera.

La ley fundamental del capitalismo, sostiene Hanauer, es que si los trabajadores tienen más dinero disponible, las empresas podrán contar también con más clientes. Parece una verdad de Perogrullo.

Quien crea realmente empleo es la clase media gracias al consumo. No son los capitalistas. Porque un supermillonario no puede comprarse un automóvil, un yate o diez trajes nuevos cada día.

De ahí que Hanauer propusiese un salario mínimo de 15 dólares la hora en Estados Unidos -aproximadamente el doble del actual- de modo que la masa de los trabajadores de aquel país pudiesen volver a consumir y que dejase de haber eso que llaman en inglés "working poors", es decir trabajadores que no llegan con sus ingresos a fin de mes.

Hanauer no se limitó a las palabras sino que decidió apoyar con su dinero una campaña en la pequeña ciudad de SeaTac, en la que los empleados del aeropuerto local trabajaban por salarios de dumping.

En aquella localidad se organizó un referéndum, que ganaron los partidarios de doblar el salario mínimo, y aquel fue el comienzo de un movimiento que prendió luego en Seattle, cuyo Ayuntamiento aprobó también una medida de ese tipo, y que va teniendo cada vez más partidarios en todo el país.

Kshama Sawant, la primera concejal socialista del Ayuntamiento de Seattle desde 1916, lo atribuye a las protestas de los trabajadores de los restaurantes de comida rápida y al movimiento "Occupy Wall Street", el equivalente de nuestros "indignados".

Para el multimillonario Hanauer no se trata, como es obvio, de superar el capitalismo, sino de salvarlo de los propios capitalistas.

Porque no se puede tolerar, dice, que en las tres últimas décadas, los ingresos de los directivos de empresas hayan crecido 125 veces más que los de los trabajadores.

Y si hace treinta años, un directivo ganaba treinta veces más que el salario medio de sus empleados, hoy ingresa 500 veces más.

Y que se sepa, las empresas no eliminan a esos directivos o los deslocalizan a China como hacen con las fábricas.

Fuente:  La Opinión de Zamora

miércoles, 13 de agosto de 2014

Condenada la sanidad pública a pagar los gastos hospitalarios de una paciente de cáncer desahuciada y que fue tratada con éxito en una clínica privada, pagada a su costa.





«En Jove me dijeron que tenía pocas horas de vida». Reclamó el alta y acudió a la clínica de Navarra. Allí la trataron con éxito del tumor renal, relata la paciente de 47 años.

Era el día previo a Nochevieja. Difícil olvidar una fecha como ésa cuando «encima te dicen que te quedan unas pocas horas de vida y que lo mejor que puedes hacer es ir a cuidados paliativos». Le ocurrió a una gijonesa de 47 años (en ese momento tenía 45 casi recién cumplidos) a la que en el Hospital de Jove dieron por desahuciada. Esta paciente, que pide aparecer solo con iniciales M. D. R. G., acaba de ganar una «gran batalla», relata, al Servicio de Salud del Principado (Sespa) al que acaban de condenar a abonar 24.000 euros.

El juez entiende que el Sespa no actuó de forma diligente y le obliga a restituirle parte del dinero que ella y su marido tuvieron que gastar en la medicina privada para ser tratada de un complicado cáncer de riñón y de una trombosis en la vena cava. «Lo hago por amor propio, no por el dinero. Quiero que mi caso se conozca para que no vuelva a repetirse y señalar que si alguien se ve en una situación similar, que no se quede con los brazos cruzados».

Fue lo que ella y su marido hicieron cuando el 30 de diciembre de 2011 le confirmaron que el bulto en el riñón por el que su médico de familia, «el doctor Andrenio, ponlo por favor», la había derivado al Hospital de Jove era en realidad un tumor que se había extendido (metástisis) a los pulmones. «Allí no me ofrecieron alternativa. Dijeron que tenía pocas horas de vida y que no había posibilidad alguna de tratamiento». Tanto la paciente como su esposo «pedimos una segunda opinión o que nos derivaran a Cabueñes o al HUCA, donde hay servicio de Oncología, pero se negaron», relatan. Al final reclamaron el alta voluntaria y el 4 de enero ya de 2012 (seis días después) se marcharon en ambulancia a la Clínica Universitaria de Navarra, donde sí le trataron, y con éxito, de su tumor renal y una compleja trombosis que le llegaba a afectar al corazón.

Urgencia vital

Al final de su odisea, decidieron exigir responsabilidades al Servicio de Salud del Principado. Tanto económicas como morales. Las primeras ya han llegado. El juez de lo Social número 1 de Gijón, en respuesta a la demanda presentada por el letrado José Luis Nava, acaba de darles la razón y de condenar al Sespa a pagar 23.913 euros. No es todo el dinero que han gastado en la clínica de Pamplona, donde estiman que han desembolsado más de 35.000 euros, pero cubre el periodo considerado «de urgencia vital» por el juez.

Porque en abril de 2012, cuatro meses después, y cuando esta paciente ya se encontraba en pleno tratamiento en Pamplona, le llegó una carta del Sespa asegurando que ahora sí autorizaban que fuera a Cabueñes a tratarse del tumor. Ella decidió continuar en la Clínica de Navarra «porque me propusieron entrar en un ensayo clínico y acepté». El magistrado entiende que esta ya es una decisión personal, «muy respetable y compartible» en sus circunstancias, por lo que la indemnización la calcula por los gastos desembolsados por la pareja entre enero y abril de 2012.

En el fallo, el juez considera acertada la decisión de la paciente de exigir una segunda opinión y afea la postura del servicio de Urología de Jove («sorprende que el urólogo utilice términos como imposibilidad o dramatismo»). En la sentencia, el magistrado también afirma que «el tratamiento dispensado en la medicina privada surtió efectos y la paciente, si se nos permite la expresión, volvió a nacer».

fuente: El Comercio

sábado, 9 de agosto de 2014