Es notorio que si se quiere obsequiar a alguien por recibir un favor, el regalo clásico es un jamón.
Dependiendo de la categoría del favor -mejor no entrar en detalles- la categoría del cuarto trasero del animal es diferente: no era lo mismo Jabugo que Guijuelo…. bellota que de cebo o pata negra que pata blanca…
El caso es que ahora, después del pinchazo de la burbuja inmobiliaria toca la de la burbuja del jamón. ¿Estarán relacionadas?. Al parecer, sí.
Esto es lo que nos cuenta hoy “El País”.
También existe la 'burbuja' del jamón
Durante la bonanza inmobiliaria muchos empresarios invirtieron en el sector del ibérico, se multiplicó la producción, bajaron los precios y se generalizó la confusión entre el producto de bellota y el recebo
GINÉS DONAIRE 27/12/2009
Un viaje de tres días a Granada con pensión completa, visita a la Alhambra y una paletilla de jamón. Todo por 135 euros. Una agencia de viajes granadina lanzó hace unos meses esta ingeniosa oferta para atraer turistas en tiempo de crisis. Su idea, con el jamón como reclamo, la han seguido en las últimas semanas otras muchas empresas, grandes superficies y hasta entidades bancarias. En el sector ganadero no salen de su asombro al comprobar la enorme repercusión que ha tenido también la campaña de una conocida agencia de viajes de ámbito estatal que ofrecía un jamón de regalo a quien contratara un vuelo de bajo coste. Otras firmas ofrecen un jamón ibérico a quien reserve su crucero y algunos bancos lo hacen a quienes domicilien allí sus nóminas. No es de extrañar que, en medio de tanta adoración por el jamón, un aficionado taurino mostrara este último verano tanta agudeza en Internet: un plato de jamón por 3.000 euros y, "de regalo", una entrada para ver a José Tomás torear en Málaga.
La realidad es que estas navidades periodo que concentra el 60% de los ingresos del año las ventas de jamón van a caer un 20%, sobre todo por el descenso en las cestas de regalo de empresas. Los precios del jamón de cebo (el de menor calidad) se han desplomado un 50% en el último año, y los del ibérico de bellota resisten con dificultad la crisis. Se calculan unos excedentes de cuatro millones de piezas, y los consumidores están cada vez más confusos.
Pero, ¿qué está ocurriendo? ¿Por qué los precios han caído de forma tan drástica? Julio Revilla, presidente de la patronal cárnica Iberaice, sostiene que la crisis tiene su origen en los años de bonanza económica. "Al calor del crédito fácil y de una normativa muy permisiva que protegía por igual a todos los jamones, muchas personas, entre ellas muchos empresarios inmobiliarios, entraron en el negocio y se produjo una producción masiva". El sector duplicó su tamaño entre los años 2000 y 2007. Surgió entonces lo que Revilla define como la "socialización del ibérico", y las grandes superficies lanzaron sus propias marcas blancas asociadas a los cerdos criados en cebaderos, y no a los alimentados en las dehesas.
Pero llegó la crisis económica, los bancos dejaron de dar créditos por considerar el porcino un sector de riesgo, el consumo empezó a contraerse y los precios se desplomaron. De ahí que ahora se le busque dar salida de la manera más inverosímil. "Se están haciendo comparaciones abusivas, incluso equiparando el ibérico con el york, y los consumidores, que ya estaban desconcertados, están asistiendo a un desfile casi pornográfico de precios a la baja", subraya Julio Revilla, que es también presidente del Grupo Consorcio de Jabugo.
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