Nos quieren convertir en mano de obra barata.
El Fondo Monetario Internacional (institución que estuvo presidida por insignes dirigentes como nuestro competente compatriota Rodrigo Rato, el sensato Dominique Strauss-Khan y que actualmente está dirigida por la honorable Christine Lagarde) ya ha formulado su receta para bajar el paro en España.
La ingeniosa solución es bajar el sueldo y precarizar el empleo. Esto es, convertirnos en mano de obra barata y sin derechos laborales.
Evidentemente, el capital busca rentabilizar beneficios asentando sus actividades industriales y de servicios básicos y que requieran mano de obra poco cualificada en aquellos paises donde se paguen salarios más bajos y se garantice mano de obra dócil y facilmente eliminable.
El secreto del rápido desarrollo industrial y crecimiento económico de países asiáticos y sudamericanos -a costa de aceptar un enorme sacrificio medioambiental y social- encuentra una fácil explicación en esa tendencia.
Lógicamente, éste no es el modelo que debiera aceptar un Gobierno en un Estado que presuma de equipararse a cualquier país europeo y que proclame a los cuatro vientos su empeño en promover el desarrollo tecnológico, la calidad educativa y el empleo cualificado....
Sin embargo al FMI parece importarle poco esto, ya que el mismo día en que propuso a España rebajar los sueldos un 10%, entre otros recortes,
el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas de julio indicaba que el 63,6% de la población española gana
menos de 1.200 euros netos al mes y un poco más del 15 % ingresa más de esa
cantidad.
El CIS También indica que las ganancias netas
de todos los miembros de la familia no llegan a los 1.800 euros
mensuales para el 52,1%, ingresando más de esa cantidad el 20,1% de las
familias.
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