Lo achaca al puerto y la industria, y advierte de la necesidad de aplicar la tecnología más moderna posible para evitarlo
El Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados
(IIASA) de Austria ha elaborado un estudio en el que proyecta la
evolución de la contaminación en Europa en 2030 y sorprendentemente
coloca a Gijón entre las ciudades más polucionadas de todo el
continente, después de haber analizado 1.850 estaciones de control de
calidad del aire, incluidas el 80% de las que excedieron en 2009 los
valores máximos establecidos. Se trata de una contaminación muy superior
a los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud
(OMS), ya que, según el estudio elaborado por el investigador Gregor
Kiesewetter, se superarán ampliamente los 35 microgramos por metro cúbico de partículas en suspensión de 10 micras. Hay que recordar que el
límite anual para la protección de la salud humana está situado en solo
20 microgramos por metro cúbico.
Gijón comparte el dudoso honor de proyectarse como una de las
localidades europeas más contaminadas junto a grandes ciudades como
Estocolmo (Suecia), Cracovia (Polonia), Stuttgart (Alemania), Milán y
Turín (Italia), y París (Francia). Pero para entender un poco más qué
afectará a la calidad del aire dentro de quince años, el estudio
advierte de que en 2030 la introducción de filtros de partículas para
vehículos diesel habrá permitido que disminuya considerablemente el
impacto del tráfico en la contaminación, aunque, sin duda, seguirá
siendo uno de los principales factores debido al volumen del tránsito.
Es decir, no serán solo los coches.
«Controles más fuertes»
Por tanto, ¿qué es determinante para que Gijón esté en esta lista
negra? Según el estudio 'Modelización de concentraciones a nivel de
calle de PM10 en toda Europa: distribución de las fuentes y los futuros
posibles', dos son los elementos fundamentales: el puerto y la industria
asociada a él. Gregor Kiesewetter explica en el documento que
«mostramos el potencial y la necesidad de controles más fuertes de las
emisiones para lograr niveles saludables en la calidad del aire, ya que
la actual legislación no lo logra». Y es que apunta que «la
contaminación del aire tiene el mayor impacto en la salud humana,
contribuyendo a la aparición de enfermedades pulmonares y cardiacas».
Gijón está calificada por los investigadores austriacos como un «área
crítica», debido a la conjunción de la contaminación por productos
químicos y por el transporte, y apuntan que es necesaria «la completa
aplicación de la más moderna tecnología existente para la reducción de
emisiones, lo que permitiría dar la vuelta a la situación de forma
drástica».
Pero este estudio ha tenido gran repercusión internacional e, incluso
el 'The Washington Post' habla de la situación que se espera en el
municipio en 2030, apuntando que «en Europa occidental y del norte, las
ciudades más afectadas incluirán al puerto español industrial de
Gijón...».
Y no es una buena propaganda para la ciudad cuando en el mismo
artículo se recuerda que la contaminación es culpable de la muerte de al
menos 100.000 europeos cada año y, según otras estimaciones, podría
llegar a los 400.000.
Pero los resultados de este estudio elaborado por investigadores
austriacos no es más que un nuevo aviso sobre la mala calidad del aire
en Gijón. A finales del año pasado la Comisión Europea ya exigía a
España y a Grecia que protegieran a sus ciudadanos de la contaminación
por partículas finas y urgía a ambos países a tomar las medidas
oportunas. En el caso español, las autoridades europeas hacían
referencia a Gijón, el área catalana del Vallés y el Bajo Llobregat y
algunas zonas rurales de Andalucía. Al igual que en el documento
elaborado por Gregor Kiesewetter, la comisión europea advertía de que
las PM10 pueden provocar asma, problemas cardiovasculares, cáncer de
pulmón y muerte prematura.
La Consejería de Fomento del Principado reaccionó a ese aviso de la Comunidad Europea y prometió reforzar las inspecciones y el control ambiental en torno a la factoría de ArcelorMittal, para lo que solicitó la colaboración del Ayuntamiento de Gijón, en virtud de lo establecido en el Plan de Mejora de la Calidad del Aire de Gijón y Carreño.
El Ayuntamiento de Gijón también trabaja en una serie de medidas que
pondrá en marcha cuando se den situaciones meteorológicas adversas que
dificulten la dispersión de partículas en el aire, en particular en la
zona oeste de la ciudad. La más llamativa es que se podrán aprobar
restricciones al tráfico, según los datos que refleje la estación de
medición de la calidad del aire de la avenida de la Argentina.
También la Autoridad Portuaria de Gijón y la Delegación del Gobierno participarán en el control de emisiones.
Fuente: El Comercio
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