El Supremo avala la dedocracia como
sistema de acceso a los puestos de trabajo de las empresas públicas
La Sala de
lo Social del Tribunal Supremo dictó el pasado 24 de abril un Auto en el que
deja vía libre para que el enchufismo, las recomendaciones y las influencias de
todo tipo, sean medios válidos y legítimos para el acceso a los puestos de
trabajo de las empresas públicas estatales, autonómicas y municipales. El
fundamento de derecho segundo de dicho Auto abre el camino para que estas
empresas, sufragadas con el dinero público de todos los ciudadanos y
ciudadanas, contraten a sus trabajadores al margen y sin consideración alguna a
los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad, cuando afirma:
“Tanto el
art. 23.2 como el 103.3 de la Constitución se refieren al acceso a la función
pública, inaplicables aquí pues se trata de trabajadores que mantienen una
relación laboral común con una entidad empresarial con forma societaria. La
Constitución sólo contempla el derecho de los ciudadanos a acceder en
condiciones de igualdad con respecto a las funciones y cargos públicos. Sólo el
acceso a las funciones públicas debe regirse igualmente por los principios
constitucionales en cuestión. En definitiva, a las sociedades mercantiles
públicas -sector público empresarial- independientemente de que su ámbito sea
estatal, autonómico o municipal, no le son aplicables los artículos 23.2 y
103.3 de la Constitución , ni tampoco el EBEP, por lo que ninguna razón existe
para que el fraude en la contratación implique la declaración de la existencia
de una relación laboral indefinida no fija, en lugar de indefinida.
El Auto del Supremo da por buena la sentencia de la
Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) dictada el 26 de
septiembre del año pasado, que
declara trabajadoras fijas de plantilla de
la empresa pública Sociedad de Servicios del Principado de Asturias SA (SERPA),
a dos empleadas contratadas mediante contratos temporales por obra o servicio
que se fueron prolongando de forma fraudulenta durante varios años, al entender
que la figura del “indefinido no fijo” sólo es de aplicación a
los empleados públicos de la Administración, pero no a los de sus empresas.
Los hechos descritos en la sentencia del TSJA revelan, con toda crudeza,
unas prácticas de contratación fraudulenta del personal muy extendidas en los
llamados “chiringuitos” del Principado de Asturias – empresas y fundaciones
públicas controladas por el Gobierno del Principado -, que han sido
denunciadas en numerosas ocasiones desde el Conceyu por Otra Función Pública
n´Asturies y constatadas de forma reiterada por la Sindicatura de Cuentas en su
informes de auditoría del sector público. Esas prácticas son las que
ahora avala el Tribunal Supremo para acceder a la condición de
trabajador fijo de una empresa pública.
Se trata de una resolución judicial de una enorme gravedad, pues santifica
la actuación de los partidos políticos como agencias de colocación en los
“chiringuitos”, que son un foco incuestionable de corrupción; y despoja a los
ciudadanos y ciudadanas – entre ellos, a miles de jóvenes en paro - del
derecho fundamental a participar en procesos selectivos públicos, objetivos
y transparentes para acceder a esos puestos del sector público.
Además, la sentencia omite toda referencia a la disposición
adicional primera del Estatuto Básico del Empleado Público, en la que se dispone que los principios de publicidad,
igualdad, mérito y capacidad son de aplicación obligatoria a todas las
entidades del sector público - estatal, autonómico y local -, y se aparta de lo
que el propio Tribunal Supremo, en sentencia de 20
de octubre de 2015, había
afirmado: que "la impregnación pública que es propia de una sociedad
mercantil estatal comporta que en la selección de los trabajadores hallan de
tenerse en cuenta aquellos principios - igualdad, mérito y capacidad-".
Una resolución judicial con unas consecuencias sociales y políticas de
tanta gravedad, con una incidencia tan devastadora para la higiene
democrática, exige una movilización social enérgica en defensa de la igualdad
de oportunidades en el acceso a los puestos de trabajo del sector público.
Ahora más que nunca, se precisan iniciativas legislativas urgentes que frenen
el clientelismo laboral en el sector público.
¡Contra la corrupción y el clientelismo político, igualdad, mérito y
capacidad en el acceso al empleo del sector público!
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