Así lo afirma el diario económico Expansión que en un reportaje recoge que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha alertado recientemente que más de 400 empresas de este tipo operaban en 2009 sin autorización, un 56% más que en 2008.
Los bancos, cajas, cooperativas y otras entidades que captan fondos monetarios del público han de registrarse en el Banco de España. En el caso de las gestoras de fondos o de las agencias o sociedades de valores, dicho registro se gestiona por la Comisión Nacional del Mercado de Valores. En la página web de ambas entidades (www.cnmv.es y www.bde.es) se puede consultar qué entidades están autorizadas para prestar servicios financieros.
No obstante, conviene recordar dos sencillos consejos que pueden ser de utilidad para saber qué producto o entidad es, o no, fiable:
1º Desconfiar de altas rentabilidades. Nadie da duros a cuatro pesetas.
2º Ponerse en guardia ante la publicidad agresiva y de ofertas opacas a través de medios como el correo electrónico. Debemos informarnos exactamente qué se ofrece y quién lo ofrece. Si el producto no se explica de forma comprensible y completa y si la empresa no está correctamente identificada, no se debe desembolsar ninguna cantidad, pese a promesas de altas rentabilidades futuras condicionadas a “invertir ahora o perder la oportunidad”. Otra vez el refranero: más vale pájaro en mano que ciento volando.
Distinto al problema de las entidades de inversión que operan sin autorización es el de los establecimientos financieros de crédito que últimamente proliferan al albur de la crisis económica; principalmente por un motivo: resulta más fácil –y en muchas ocasiones más caro- acudir a este tipo de establecimientos para obtener un crédito que solicitarlo ante un banco o caja de ahorros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario