Sanidad frena el timo de la 'ecobola'
El Instituto Nacional de Consumo requiere a 14 fabricantes que acaben con la publicidad engañosa de estos productos
El Instituto Nacional del Consumo (INC) ha requerido a los fabricantes de bolas de lavado, los utensilios que prometen limpiar la ropa sin necesidad de detergente (también conocidos como ecobolas), que cesen su publicidad engañosa, según adelantó ayer a este diario el Ministerio de Sanidad y Política Social.
El requerimiento se ha puesto en marcha tras la realización en los laboratorios del Centro de Investigación y Control de la Calidad del INC de un estudio sobre 14 marcas de ecobolas, realizado para averiguar lo más obvio: si es cierto que son eficaces para lavar la ropa.
Los resultados del trabajo no ofrecen lugar a dudas: las bolas de lavado limpian, sí, pero igual o incluso menos que el agua. Las diferencias entre hacer la colada en la lavadora con o sin ecobola son, por lo tanto, inexistentes, lo que, según el INC, "contradice las alegaciones publicitarias de que este tipo de productos no necesitan o sustituyen a los detergentes". Otra propiedad difundida con frecuencia por los fabricantes de estos productos queda desmontada gracias al estudio: las bolas de lavado no eliminan ni los gérmenes ni las bacterias.
Para comprobarlo, los técnicos de laboratorio metieron en lavadoras unas bandas de algodón con cinco franjas, manchadas cada una de ellas con causas habituales de suciedad: un combinado que los autores definen como "suciedad normalizada", sangre, cacao, una mezcla de sangre, leche y carbón y, por último, vino.
Los tejidos se lavaron por separado con agua, con un detergente normalizado y con las ecobolas. En todos los casos, el detergente superó al agua y las bolas de lavado pero, en algunos, como la retirada de manchas de cacao, la eficacia del agua fue superior a la de cualquiera de las ecobolas analizadas.
La directora general de Consumo, Etelvina Andreu, explica que la idea de llevar a cabo la investigación, que comenzó hace unos dos meses, surgió tras la proliferación de anuncios en medios de comunicación e internet, que definían las bolas de lavado como una forma "de ahorrar muchísimo". Andreu comenta que, ya desde el primer momento, "todo llevaba a pensar que no era lógico" lo que se publicitaba, por lo que el organismo que dirige procedió a adquirir el máximo número de marcas que pudo [se localizaron 14] para analizar su eficacia. A la iniciativa también contribuyó "la inquietud de las asociaciones de consumidores".
Estudio de la OCU
Precisamente, la Organización de Consumidores y Usuarios realizó en 2009 un estudio similar al difundido hoy por el INC, aunque, en su caso, sólo analizaron la marca IRISANA IR20 que, según sus datos, era en el momento la más vendida en España y también se ha estudiado en el trabajo de Sanidad. Como en este último estudio, la OCU también concluyó que utilizar la ecobola era "igual que lavar con agua" y fue más allá. "Si la ecobola se abriera durante el lavado, liberando las cerámicas de su interior, podría causar una avería en la lavadora".
El requerimiento que ha hecho el INC a las empresas fabricantes, que se remonta a hace alrededor de dos semanas, permite a estas aportar pruebas sobre su eficacia. Según explica Andreu, si no lo hacen (lo que no ha sucedido hasta el momento) y no retiran la publicidad, Consumo hará un segundo requerimiento, en este caso ya sin opción a réplica. Lo que en ningún caso puede el INC, por la normativa europea, es ordenar la retirada del producto. "Esto sólo podría hacerse si afectara a la seguridad de los consumidores, que no es el caso", apunta Andreu.
Tampoco es función del INC el establecimiento de sanciones, algo que sí pueden hacer las comunidades autónomas, a las que ya se ha facilitado el estudio, por lo que podrían abrir expedientes informativos y sancionadores a los fabricantes que no cesen en su publicidad engañosa. "Nuestro objetivo principal es comunicar al consumidor que las bolas no limpian", concluye Andreu.
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