La Guardia Civil identifica en la región a unas 400 víctimas, obligadas a pagar hasta 900 euros, incluso bajo amenaza, y acompañadas al banco si no tenían dinero
Oviedo, L. Á. VEGA
La denuncia presentada por una vecina de Posada de Llanes, a la que le cobraron 900 euros por la revisión del gas, ha permitido la desarticulación de una organización que se dedicaba a estafar a ancianos en la zona rural con falsas inspecciones. La Guardia Civil ha detenido a veinte personas, diez de ellas en Asturias, cuyo cabecilla residía en Toledo. Los agentes han identificado a unas 900 víctimas de estas ficticias revisiones de gas, unas 400 en Asturias, y el resto en León, Lugo, Cantabria, Vizcaya y La Rioja.
A raíz de la denuncia presentada por la llanisca, los agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón comprobaron que había un grupo de personas que, en representación de una empresa autorizada de instalación de gas de ámbito nacional, se presentaban en domicilios de personas de avanzada edad, residentes en zonas rurales, a las que les realizaban una inexistente revisión que les salía por un ojo de la cara.
Los miembros de la banda exhibían logotipos y carnés profesionales de instaladores autorizados, por supuesto, falsos. Los estafadores entraban en las casas de los ancianos de forma precipitada e intimidatoria. Al que se negaba a realizar la revisión lo amenazaban con cortarle el gas. Hacían lo mismo si las víctimas ponían alguna pega respecto a las exorbitantes facturas que les plantaban en la cara después de hacer como que revisaban la instalación. La voracidad de estos falsos instaladores llegaba al punto de acompañar al banco en sus coches particulares a los ancianos que aseguraban no tener en casa las cantidades que se les exigían.
El grupo actuaba en equipos de dos o tres personas que iniciaban su trabajo en Oviedo a primera hora de la mañana. Regresaban en torno a las cinco de la tarde, donde entregaban la recaudación en la oficina que la empresa tenía en la ciudad. Por cada factura, se abonaba una comisión a los falsos instaladores del 33 o 39 por ciento.
Los investigadores realizaron un registro en las oficinas de la empresa en Oviedo, y se incautaron de un ordenador, diversa documentación y carnés falsos de especialistas. A raíz de la operación asturiana, se abrieron diversas líneas de investigación que llevaron a nuevos arrestos en las provincias antes citadas. La investigación fue supervisada por el Juzgado de Llanes, que instruye las diligencias.
A raíz de este caso, la Guardia Civil aconseja a las personas que pueden ser susceptibles de sufrir este tipo de estafas que no dejen entrar en sus casas a desconocidos, que comprueben la identidad del supuesto instalador llamando al número oficial de la empresa a la que dice pertenecer y que no firmen documento alguno o entreguen dinero si no está presente una persona de confianza.
Fuente: La Nueva España
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