Un juez falla a favor de la mujer, que reclamaba una compensación por el padecimiento tras recibir una factura de 61.858 euros
A punto estuvo de tirar a la basura la factura telefónica que le acarreó un mes de peleas a través del auricular y casi un año en los tribunales. Cuando recibió la carta de la empresa Movistar en su domicilio ovetense, pensó que se trataba de publicidad.
Hacía ya cinco años que había dejado de ser clienta de la compañía, sin embargo al abrir el sobre se encontró con un recibo desorbitado: 61.858,61 euros. La empresa llegó a cargarle el importe en su cuenta bancaria y la mujer no dejó pasar la actitud «de desprecio». Denunció los hechos y ahora el magistrado titular del Juzgado de Primera Instancia número 5 ha fallado a su favor: condena a Telefónica a pagarle 4.500 euros por daños morales, aunque aún cabe posibilidad de recurso.
La mujer, vecina de Oviedo, recibió la factura del 21 de noviembre del pasado año. Llamó inmediatamente a la compañía para subsanar el error y le dijeron que en 48 horas resolverían el fallo. No fue así. Tras un sinfín de llamadas, que la demandante grabó y aportó como prueba en el juicio oral, la empresa cargó el recibo en su cuenta. Tenía esa cuantía de dinero porque iba a dar una entrada para una vivienda. La demandante devolvió el recibo y la compañía envió una carta de pago advirtiendo de que podría incluirle en un registro de morosos. «Si lo hubieran hecho se habría cancelado el préstamo que tenía pendiente para su casa», subrayó ayer su abogada, Ana Miralles.
La mujer, que prefiere mantenerse en el anonimato, decidió iniciar el proceso judicial. «Sufrió un absoluto atropello. Existe un desamparo pues estas situaciones ocurren todos los días. Los tribunales suelen ser tímidos y cuantifican los daños morales en cuantías ridículas. Este caso abre una brecha, aunque es cierto que mi clienta tiene una situación de salud delicada», valoró Miralles.
Telefónica no quiso hacer declaraciones.
Fuente: El Comercio
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