lunes, 2 de enero de 2012

Obsesión por “cerrar” una asociación de consumidores. El Concejal de Economía del Ayuntamiento de Oviedo, Jaime Reinares, exige "el cierre" de UCE-Asturias y la dimisión de su Presidente



Leemos con asombro las declaraciones del concejal de Economía del Ayuntamiento de Oviedo D. Jaime Reinares quien, tras conocer la absolución de una concejala de ese Ayuntamiento acusada de cometer un delito de prevaricación al no tramitarse cientos de denuncias presentadas por consumidores ovetenses, arremete contra la asociación de consumidores denunciante exigiendo que su Presidente dimita y que “se cierre” esa asociación.

Este cargo público ha declarado que el Presidente de UCE-Asturias, Dacio Alonso, «dirige un chiringuito subvencionado por fondos públicos, cuyo principal objetivo es agredir al Ayuntamiento de Oviedo» profiriendo, además, frases como éstas: «tras su último fracaso judicial, con la absolución de la ex concejala del PP Conchita García, debería tener la dignidad de dimitir y disolver ese llamada Unión de Consumidores, que no hace más que parasitar los fondos públicos y le permite a él vivir como un marajá»; «su acusación contra Conchita García fue un intento de destruir a una persona íntegra, de trayectoria intachable» y «a Dacio Alonso hay que retirarle de la vida pública de esta región por levantar falso testimonio».

Curiosamente, la demanda de “disolver” o “cerrar” esta Asociación ya había sido planteada -en este caso, incluso judicialmente- por los constructores que, al parecer, están bastante molestos con la campaña de devolución del impuesto sobre la plusvalía -indebidamente repercutido a los adquirentes de viviendas de nueva construcción- que lleva a cabo UCE-Asturias.

Ahora es un representante del Ayuntamiento de Oviedo quien demanda este “cierre”, al hilo de una sentencia que, reconociendo la inoperancia de la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) en la que se archivaron sistemáticamente multitud de denuncias efectuadas por los consumidores, absuelve a los principales responsables del desaguisado, declarando que su actuación no fue delictiva.

Aclaremos, varias cosas:

-Un cargo público debería saber que una asociación no se “cierra”. Tampoco puede exigir la dimisión de su Presidente ya que, en todo caso, serán los asociados los que deban valorar la gestión de éste.

-Tampoco resulta presentable exigir la dimisión de nadie basándose en una sentencia absolutoria en el ámbito penal. Una cosa es no ser delincuentes y otra ser competentes y diligentes con los asuntos que gestionan. Queremos decir que, aunque la Sección Tercera de la Audiencia Provincial haya absuelto a la ex-edil de Consumo y al responsable de la OMIC de Oviedo de un delito de prevaricación por no tramitar multitud de denuncias, ello no les convierte en ejemplos a seguir –más bien todo lo contrario- en cuanto a la gestión realizada y al respeto a los derechos de los consumidores. Algunos hechos recogidos en el sumario desde el punto de vista de la gestión y tratamiento administrativo de los asuntos que llevaba esa oficina son espeluznantes y producen sonrojo ya que resulta claro que muchas denuncias no se tramitaron y que el funcionamiento de la Oficina dejaba mucho que desear.

-También cabe añadir que la denuncia judicial por prevaricación al no tramitar denuncias de consumidores ovetenses no sólo fue sustentada por UCE-Asturias, sino también por la propia Fiscalía quien entendió que existían sobrados indicios de la existencia del delito denunciado por dicha asociación. Este es un aspecto que el Sr. Reinares olvida y que nosotros apuntamos para que, de paso, pida también “el cierre” de la Fiscalía y la dimisión de su representante.

-Resulta revelador que cargos públicos generosamente remunerados por su desempeño no puedan imaginarse que  existan personas capaces de desempeñar la presidencia de una asociación que actúa en beneficio de los consumidores sin cobrar nada. Precisamente, ése es el caso de Dacio Alonso, quien no ha dudado siempre en declarar públicamente -y no tenemos pruebas para dudar de su palabra- que no cobra ni un euro por desempeñar la presidencia de UCE Asturias. Por eso, declarar que Alonso vive como “un marajá” a costa de UCE no deja de ser una broma y criticar las cuentas de esa asociación no deja de ser un sarcasmo, cuando las críticas provienen de un Concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Oviedo, Administración cuya gestión económica no es precisamente un ejemplo a seguir…

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