Consejeros de Extremadura, Andalucía, Canarias, Cantabria y La Rioja, a favor del sector del tabaco |
Desprecian la salud, y la Ley
Artículo de José Luis de la Serna, publicado en El Mundo
Es paradójico que tenga que ser en el Día Mundial contra el Tabaco cuando haya que recordar cómo la Comunidad de Madrid intentar burlar
la Ley actual antitabaco. Dispuestos a complacer al empresario Andelson
en sus pretensiones de montar un Las Vegas en Madrid, los políticos no
dudarán en poner en entredicho el Estado de Derecho nacional para
reconducir la norma mayoritariamente más votada en la historia de
nuestra moderna democracia.
Parece que hasta Rajoy ha bendecido el cambio
de chaqueta de las autoridades, y casi se da por hecho (no se cortan un
pelo en sus declaraciones la gente del PP) que en los casinos de ese
futurible emporio de juego y diversión con sede en Alcorcón el humo del
tabaco en el ambiente hará que su aire sea perfectamente irrespirable.
Si esa arbitrariedad incomprensible llega a ser realidad, podrá
certificarse que a nuestros dirigentes la salud de sus conciudadanos les
importa muy poco. Será un gesto que levantará ampollas en la ciudadanía
-la Ley Antitabaco tiene un apoyo de al menos el 80% de nuestra sociedad-, acarreará críticas severas de la OMS y, sobre todo, pondrá en serio peligro la salud de los trabajadores de ese conglomerado, convertidos a su pesar en fumadores.
El gesto de Madrid es el más grave de una serie de recientes anécdotas que consolidan el desprecio que tienen muchas autoridades por el bienestar de aquellos que los votan.
Los datos son tajantes: ¿por qué se reúnen los presidentes de algunas comunidades autónomas en la sede de Altadis en Santander para hacer lobby e influir en Bruselas para que allí no endurezcan la normativa antitabaco de la Unión Europea?
¿Cómo el portavoz del grupo parlamentario que gobierna fuma tranquilamente en lugares cerrados -en los que está prohibido- y, cuando su foto la publican los medios, no esboza ni siquiera una disculpa?
¿Por qué el Ministerio de Sanidad no abandera campañas para disminuir la lacra del tabaco que aún es en nuestro país un problema grave?
Probablemente porque la salud de nuestra sociedad todavía es un elemento menor para los dirigentes
y el tratar de promocionarla y preservarla ni estuvo, ni está, ni se
espera que esté entre las prioridades de sus programas políticos.
Para ellos la sanidad siempre fue una carga que ahora lastra el abultado déficit, puesto que en su simpleza los políticos no aciertan a entender que cuidar la salud debe ser la mejor inversión que se puede hacer en un país.
En cualquier caso, en el día de hoy conviene de nuevo recordar qué es el tabaco. Sin duda la mayor arma de destrucción masiva del planeta.
Porque 6 millones de muertes cada año en el mundo por su culpa es un
peaje inaceptable que cualquier sociedad civilizada tendría que combatir
a toda costa. De lo contrario, la palabra civilizada sobra.
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