jueves, 12 de diciembre de 2013

“Tengas el cuerpo libre”, artículo de Javier Morán sobre las Leyes de Seguridad Privada y de Seguridad Ciudadana




Tengas el cuerpo libre


La necesidad de un nuevo hábeas corpus ante un Gobierno desbocado


Javier Morán

Estábamos acostumbrados a que un Gobierno comenzara a delirar en su segundo mandato, es decir, cuando los ciudadanos izaban una segunda vez al poder a un partido político. Sin embargo, para el PP gobernante sólo han tenido que pasar dos años, y ya está suministrando leyes que ponen los pelos de punta. La de Educación fue la primera, pero ante su controversia ya estábamos galvanizados, a saber, ya nos sonaba que legislar o recibir leyes sobre educación en este país es llorar. Pero hay otras dos leyes más que nos alarman: la de seguridad ciudadana -en anteproyecto- y la de seguridad privada, que acaba de ser aprobada en el Congreso. Sobre la primera basta con citar lo que ha declarado un portavoz dela Asociación de Jueces Francisco de Vitoria (tenida por centrista, o centroderechista): la futura norma parece más bien "una ley de estado de excepción", o también algo semejante a la "ley de vagos y maleantes del franquismo". A base de multas desorbitadas, de hasta 600.000 euros por manifestación no autorizada -para pagarla habría que vivir varias vidas, y todas ellas protestando, como es lógico-, la ley de autos dictamina que las sanciones económicas las impondrá la Administración, de modo inmediato y sin concurso de un juez. ¿Para qué queremos entonces el Código Penal?

Ítem más: la nueva ley parece redactada con el ánimo de amedrentar a los ciudadanos, y aunque a eso lo llaman fascismo en algunas redes sociales, aquí no nos atrevemos a decir tanto. Pero sólo por ahora.

En cuanto a la ley de seguridad privada, lo que espeluzna de ella es que permitirá a vigilantes privados identificar, cachear y detener a ciudadanos. Desde la Carta Magna de Juan Sin Tierra existe el hábeas corpus, que viene a significar "tengas el cuerpo" libre, es decir, expuesto ante un juez si una autoridad te priva de libertad irregularmente.

Hace siglos que se le entregó al Estado el monopolio del orden público y de la violencia justa y suficiente para mantenerlo. Ahora, a causa de multas delirantes o de que el Estado ceda autoridad, habrá que inventar otro hábeas corpus contra este Gobierno desbocado.

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