11 minutos de vida por cada cigarro sin fumar
Un reportaje de M. Pérez. Fotografía Javier Bergasa
Fuente: Diario de Navarra
María José Pérez Jarauta, Fernando Domínguez y Santos Indurain, durante la rueda de prensa de ayer.
“por
cada cigarrillo que se deja de fumar probablemente se ganan 11 minutos
de vida y dejar de fumar antes de los 50 años aporta seis años más a la
vida”. Estos datos, que nadie duda que impactan, los proporcionó ayer la
directora gerente del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra,
María José Pérez Jarauta, durante la rueda de prensa con motivo del Día
Mundial sin Tabaco, que se celebrará el próximo jueves 31 de mayo. Pero,
como resaltó, no sólo eleva la esperanza de permanecer en este mundo
más tiempo, sino que mejora la calidad de vida del paciente y de las
personas que le rodean. “Es cierto que, aunque el poder de adicción de
la nicotina es alto, se puede dejar de fumar y es importante preparar un
plan, fijar una fecha y buscar apoyo”, sostuvo la experta, quien añadió
que abandonar este mal hábito “es una de las medidas más importantes
para ganar salud”.
Con ese objetivo, los fumadores navarros tienen
como apoyo el programa para dejar de fumar que se desarrolla
básicamente en los centros de salud, en el que colaboran Salud Pública y
Atención Primaria. Desde el Instituto de Salud Pública, por su parte,
se encargan de desarrollar materiales de información y sensibilización,
además de protocolos educativos para ayudar a quienes acuden a los
centros de salud, así como de llevar a cabo formación para los
profesionales sanitarios que lo requieren.
Tras señalar que el
tabaquismo es “la primera causa de morbimortalidad y que las actuaciones
preventivas en este campo son importantísimas”, la directora gerente de
Atención Primaria, Santos Indurain, expuso que en este programa de
ayuda al fumador ofrecen desde los años 90 tres tipos de atenciones
educativas. Por un lado, está lo que denominan el consejo breve, de
manera que “cada vez que un paciente está en nuestras consultas, si es
fumador, aprovechamos para, con todo el respeto, darle un consejo sobre
la conveniencia de abandonar el hábito”. Por otro lado, está “el apoyo
programado individual”, que “es el que se da en las consultas” y suelen
ser tres o más sesiones;y, también, el apoyo programado en grupos, donde
“hay desde un taller motivacional de dos o tres horas, a un taller
breve de tres o más sesiones”. Este apoyo se completa con un seguimiento
semanal telefónico u online durante un mes y en ambos casos
los pacientes pueden tener o no tratamiento farmacológico, si bien todos
que reciben medicación sí que cuentan con el apoyo educativo.
Tras mencionar que “del 70 al 80% de los pacientes
que fuman han manifestado en más de una ocasión su deseo de dejarlo”,
Santos Induráin incidió en que “el tabaquismo, como enfermedad crónica y
que genera dependencia, requiere habitualmente para su cese de
intentos”. Por ello, sin olvidar el mensaje que el consejero Fernando
Domínguez dirigió a los más jóvenes para que no se inicien en este
hábito, Indurain comentó que transmiten a los pacientes una realidad
contrastada en estudios: “Que las personas que lo siguen intentando son
pacientes que lo consiguen más”. Así, poco a poco y tras alcanzar el
objetivo de bajar la prevalencia de fumadores diarios en Navarra por
debajo del 20%, el departamento de Salud se marca como meta llegar a un
15%.
Dispositivos alternativos. Salud Pública no los recomienda
“No
son inocuos”. La directora gerente del Instituto de Salud Pública y
Laboral de Navarra, Mª José Pérez Jarauta, indicó que “hay mucha
confusión” respecto a los dispositivos alternativos al tabaco, entre los
que citó el producto de tabaco por calentamiento y los cigarrillos
electrónicos con vaporizador. “No se recomiendan, no son alternativa a
dejar de fumar, no son inocuos y realmente aconsejamos no consumir
ninguno de estos productos”, señaló la experta, que consideró “mucho más
útil” dejar de fumar con las ayudas farmacológicas y educativas de los
centros de salud.
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