domingo, 22 de mayo de 2016

Un análisis de la crisis del modelo: "El capitalismo puede colapsar", entrevista con Wolfgang Streeck

CONVERSACIONES CON FUTURO

“El capitalismo puede colapsar”

Pionero de la sociología económica, Wolfgang Streeck analiza la crisis del modelo

 

El profesor Wolfgang Streeck (Lengerich, 1946) pasó más de tres décadas estudiando las relaciones entre capital y trabajo en las sociedades capitalistas. Sociólogo formado en la Alemania escindida por el Muro, desarrolló gran parte de su carrera en Estados Unidos, en las universidades de Columbia y Wisconsin-Madison, antes de asumir la dirección del Max Planck Institute, centro del que es director emérito. Nunca fue muy partidario de la teoría de los sistemas y análisis cuantitativo que triunfó en Estados Unidos a partir de los setenta —"las publicaciones académicas se convirtieron en un tostón"— y fue un pionero en la puesta en marcha de un programa de sociología económica. Pero en 2008, ante una crisis económica que describe como una experiencia casi mortal, fue cuando comprendió que la continuidad de las sociedades y de las oportunidades de la gente en el campo laboral dependían más que nunca del sistema global financiero: "Para entender las dinámicas de la sociedad moderna y la vida de la gente tienes que comprender el desarrollo y el papel de las finanzas globales como la condición dominante, había que integrar la política del sector financiero en la teoría macro de desarrollo social". En eso anda empeñado, como demuestran sus artículos en New Left Review. Invitado en abril por el Centro de Estudios del Museo Reina Sofía y el ­MACBA a impartir sendos seminarios en Madrid y Barcelona, Streeck disertó sobre las crisis del capitalismo, la vacuidad de la política y la construcción europea.

Pregunta. Los sindicatos han sido una parte esencial de su área de estudio. ¿Estaban ahí los elementos para anticipar su actual pérdida de influencia?

Respuesta. Las predicciones son muy difíciles de hacer. A finales de los sesenta hubo una ola de agitación obrera, incluso en el bloque soviético. A partir de ese momento, los sindicatos tuvieron una fuerza creciente: la única manera de calmar ese malestar sin que subiera el desempleo era admitir tasas más altas de inflación, una especie de fuerza pacificadora. Pero esa medicina tenía contraprestaciones muy serias. La decisión de acabar con esto la tomó en 1979 Paul Volcker como presidente de la Reserva Federal con Carter.

P. ¿Qué pasó?

R. Cuando yo era un estudiante se decía como una obviedad que un 5% de desempleo en una democracia era algo imposible, la gente haría saltar por los aires el sistema. El experimento político fue decidir jugársela. El desempleo subió al 20% en EE UU en los primeros ochenta, industrias enteras se borraron del mapa. Ahora incluso se han aprobado leyes para dificultar la organización sindical en Estados Unidos, el mismo país que en los años treinta introdujo legislación para promover esto, porque, siguiendo el modelo keynesiano, pensaban que unos sindicatos fuertes podrían redistribuir la riqueza, producir demanda agregada y crecimiento económico.

P. Señala tres tendencias que se retroalimentan: el aumento de la desigualdad, la caída del crecimiento y la impresión de moneda y de deuda, algo que considera insostenible. ¿A qué conduce esto?

R. A una situación impredecible de crisis potencial, de interrupciones emergentes o colapsos con una intensificación de conflictos entre países y clases sociales, y al declive del nivel y la esperanza de vida de una parte cada vez más grande de la población. El colapso del capitalismo es posible, lo ocurrido en 2008 podría repetirse pero a mayor escala, con muchos bancos cayendo al mismo tiempo. No digo que vaya a suceder, pero podemos estar seguros de una tendencia: el aumento del número de personas que quedan en los márgenes.

P. ¿Las sociedades avanzadas se acercan al Tercer Mundo?

R. Hay países considerados sociedades capitalistas altamente desarrolladas que presentan similitudes preocupantes con los llamados países del Tercer Mundo. Más y más gente depende de recursos privados para vivir bien. Luego, los países del Tercer Mundo están bajo mucho estrés y en un proceso rápido de deterioro: la clase media y las burocracias han perdido la esperanza. La promesa de desarrollo parece haberse roto totalmente.

P. Apunta que la falta de una alternativa al capitalismo produce una clase política interesada, un descenso de la participación electoral, más partidos y una inestabilidad persistente. Pero, tradicionalmente, la teoría política consideraba la baja participación como un síntoma de madurez en democracia.

R. Bueno, sobre esto no había consenso, pero la teoría era que la gente estaba tan satisfecha que no iba a votar. Yo me fijo en tendencias, y en la OCDE hay un descenso en la participación que coincide con otras curvas como el aumento de la desigualdad, la congelación salarial o las reformas del Estado de bienestar. Cabría pensar que la gente insatisfecha irá a votar, pero no. Es algo asimétrico: quienes recurrentemente se abstienen son quienes están en la base de la distribución de la riqueza. Ahora, sin embargo, estos ciudadanos que habían renunciado a la política están volviendo. En todas partes vemos un ascenso de los llamados partidos populistas.


P. ¿Qué implicaciones tiene esto?

R. Esa curva empieza a subir, pero a costa de la estabilidad política y de los partidos del centro que están cayendo; hay una mayor dificultad para formar Gobiernos porque los nuevos partidos tienen que entrar en el sistema y los viejos no se fían. Los conflictos inherentes en las sociedades empiezan a ascender y a subir al sistema político, después de 20 años de ver cómo quedaban fuera del discurso político oficial.

P. ¿Otras tendencias también cambian?

R. Las económicas se refuerzan de tal manera que algo muy gordo tendría que pasar para que alteraran su curso. Es como si el sistema tuviera muchas enfermedades al mismo tiempo, cada una de las cuales podría tratarse y curarse, pero no todas al mismo tiempo. Por ejemplo, el dramático aumento de la desigualdad se refuerza con esta gente que dispone de una increíble cantidad de herramientas y recursos para defender su riqueza.

P. La filantropía, especialmente en EE UU, es el mecanismo que muchos encuentran para compensar. ¿Qué opina?

R. El motivo por el que la esfera pública no puede hacer ciertas cosas por sí misma es porque no puede cargar impositivamente a los ricos; entonces estos se gravan a sí mismos, por supuesto de manera menor, y lo combinan con una gran operación de relaciones públicas. Es algo humillante para las sociedades democráticas depender de la buena voluntad de unos pocos. Es como una refeudalización.

P. ¿Qué piensa de la revolución tecnológica que promete otorgar más poder a la gente y plantea otro tipo de economías?

R. Es un tema muy amplio. A finales de los setenta, cuando estudié la industria automovilística, vi los primeros robots entrando en fábricas. Pensamos que significaría muchísimo desempleo, y así ocurrió en EE UU y en Reino Unido, pero no en Alemania o Japón, donde se diversificaron los productos que necesitaban de una mano de obra muy sofisticada. Las industrias se expandieron a un ritmo tan fuerte que el efecto del ahorro de trabajo quedó anulado por el volumen.

P. ¿Y ahora?

R. Hoy tenemos un problema parecido con el auge de la inteligencia artificial, estas máquinas que pueden programarse a sí mismas e incluso crear otras. Esto ataca a la clase media, es decir, a la gente que ha trabajado duro en la escuela y en la universidad para tener un empleo. El estadounidense Randall Collins, por ejemplo, predice que para mediados de este siglo la inteligencia artificial habrá causado un nivel de desempleo de al menos un 50% entre la clase media en todas las sociedades.

P. Se ha mostrado muy crítico con el euro y habla de un cambio en la estructura monetaria. ¿Una vuelta a las monedas nacionales?

R. En esta vida no hay vuelta atrás, pero algún tipo de restauración de la soberanía monetaria en los países que están quedando atrás es inevitable. Debemos empezar a pensar seriamente en un sistema monetario de dos niveles. Es una elección entre cirugía sin anestesia o con algún sedante. Y si quieres hacer una vivisección en Grecia ves que no tienen suficiente poder para resistir y está a punto de convertirse en un país del Tercer Mundo.

P. Escribe que el capitalismo no va a desaparecer por decreto, nadie va a salir a anunciar su caída, y habla más bien de una mutación.

R. Mi hipótesis es que atravesaremos un largo periodo de transición, en el que no sabemos hacia dónde vamos. Es un mundo de incertidumbre, desorden, desorientación, en el que todo tipo de cosas pueden pasar en cualquier momento. Nadie sabe cómo salir del problema, solo vemos que crece. No se trata solo de las desigualdades y las finanzas haciendo cortes por todas partes, es que también afrontamos límites en términos de medio ambiente y políticas energéticas, así como el ataque de las periferias. Todo simultáneamente.

P. ¿La desaparición del comunismo le está buscando la ruina al capitalismo, que ya no tiene competencia?

R. Desde el siglo XIX existía la presunción de que el capitalismo era estabilizado por sus enemigos, que forzaban crisis transformativas. El capitalismo hoy es muy distinto del de entonces, pero lo que tienen en común es el maridaje de la promesa de progreso social con la interminable acumulación de capital capaz de crecer por sí mismo, sin límite. La unión de estas dos cosas, la promesa de progreso y la acumulación de capital en manos privadas, es la cuestión crítica: ¿cuánto puede durar? Podría decirse que la acumu­lación de más y más capital no puede ser descrita como progreso, toca un límite. Y si el dinamismo capitalista empieza a tocar techo, entonces llegamos a la crisis.

P. ¿Qué diría hoy Max Weber?

R. Diría: “Karl y yo teníamos razón”.Si nos fijamos en los orígenes de la sociología y la teoría social, se consideraba que sus trabajos eran antagónicos, pero hoy parecen extremadamente similares.

Fuente: El País

lunes, 25 de abril de 2016

Deporte escolar o el respeto al prójimo

 

Deporte escolar o el respeto al prójimo

25 de Abril del 2016 - José Luis Peira (Oviedo)


Oviedo un sábado. Camino por lugar céntrico y entro en un colegio porque en el patio se juega un partido de baloncesto. Son niños de unos cinco años, muy pequeñines, que con ilusión y no mucha destreza intentan tirar a una canasta de mini básquet a la que apenas rozan.

A pocos metros de mí un par de padres, supongo, suponen de niños jugadores, prácticamente pisando la línea de banda. Son una suerte de treintañeros en zapatillas de aspecto corriente, muy, muy corriente, y vomitan instrucciones sin parar a sus respectivos rapacines. Me aseguro de que no son entrenadores pues estos se hallan al otro lado de la pista. Me pasma su comportamiento, ellos creen que animan o aleccionan y lo único que hacen es confundir a los críos, estresarlos y para mi asombro faltar al respeto a jugadores del equipo contrario: ¡hablo de nenes de cinco o seis añitos!

Me consta que estos comportamientos son el pan nuestro de cada finde en todas las canchas deportivas del panorama patrio.

Conclusión. ¿No se puede hacer nada con estos mentecatos? Las asociaciones escolares, las federaciones, o el FBI deberían tomar medidas para que estos pobres diablos no hicieran alarde de su frustración emocional nublando lo que debería ser una linda mañana de sábado y deporte escolar.

Fuente: lne.es 

Artículos relacionados:

miércoles, 30 de marzo de 2016






Tres grandes fraudes al ahorro popular mantienen atrapados a 5.000 millones de euros de familias

La organización de consumidores Adicae convoca este miércoles concentraciones de protesta en 16 ciudades españolas para reclamar una solución efectiva que permita recuperar sus ahorros a los afectados por los casos Fórum Filatélico, Afinsa y Arte y Naturaleza, así como a los damnificados por el engaño prácticamente sistémico de las preferentes y por la salida a bolsa de Bankia


ZARAGOZA .- Al grueso de los 269.203 afectados por el fraude de Fórum Filatélico les falta por recuperar el 79,5% de los 3.702,7 millones a los que ascendió el pufo de los sellos. La mayoría de las 190.000 familias que invirtieron en Afinsa tienen pendientes de reintegro el 90% de los 2.207 millones en los que se cifra el engaño. Y la totalidad de las 18.135 que picaron en el gancho de Arte y Naturaleza siguen sin ver ni uno de los 475.234 euros que se volatilizaron en el tinglado de cuadros y esculturas.

Las 477.338 familias damnificadas por estos tres grandes fraudes siguen teniendo atrapados casi 5.000 millones de euros, según las estimaciones de la organización de consumidores Adicae, que ha convocado para este miércoles concentraciones de protesta en 16 ciudades españolas para pedir una solución a estos grandes fraudes, a los que añaden otros dos cuyo reguero de ahorradores esquilmados se extiende por todo el país: el engaño sistémico de las participaciones preferentes, en el que calculan que un millón de personas se dejó 40.000 de euros, y el de la salida a bolsa de Bankia, en la que 255.000 personas compraron acciones basándose en la información “inveraz” que difundió la propia entidad, que tiene pendientes demandas por más de 800 millones de euros.
Las víctimas de los fraudes filatélicos de Fórum y de Afinsa, que quebraron sin poder devolver los depósitos que habían ido tras sobrevalorar sus activos, y los de Arte y Naturaleza, en el que el tinglado se basaba en obras de arte en lugar de en sellos, tienen asumido desde hace una década que va a ser difícil que recuperen todo el dinero. Sin embargo, una década después de estallar los fraudes, el ritmo de los reintegros es muy inferior al de las peores expectativas.

Por otro lado, el Supremo ha declarado probado que los responsables de Bankia en la salida a bolsa engañaron a sus accionistas al ofrecer datos erróneos en el folleto de su salida a bolsa, mientras que, en el caso de las preferentes, la banca acumula una retahíla de sentencias que prueba que las entidades utilizaron este tipo de productos financieros para captar fondos sin explicar a sus clientes los elevados riesgos que asumían.

“Una solución justa, colectiva e inmediata”

La organización de consumidores, que achaca a “la lentitud de la justicia y la inacción de las instituciones” la falta de soluciones efectivas en este tipo de asuntos, que comenzaron a generalizarse hace una década, cuando las burbujas inmobiliaria y financiera se acercaban a su explosión, reclama “que cualquier pacto de Gobierno incluya el compromiso de una solución justa, colectiva e inmediata para los afectados por los fraudes al ahorro”.

Adicae apela también a la “responsabilidad” de los grupos parlamentarios, a los que pide un compromiso que priorice “en esta nueva etapa política” la defensa de los derechos de los consumidores y el fin de los fraudes y a los que reclama que hagan “cumplir los acuerdos del Congreso”. Especialmente, la resolución unánime que hace tres años propuso una solución conjunta para los afectados por los casos de Fórum Filatélico, de Afinsa y de Arte y Naturaleza.

Las protestas de este miércoles, convocadas bajo el lema Contra los fraudes al ahorro y por un sistema financiero justo y transparente, tendrán lugar en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Cádiz, Granada, Huelva, Jaén, Las Palmas, Valladolid, Toledo, Cáceres, Don Benito, Vigo, Alicante, Murcia y Zaragoza.

La de esta última ciudad tendrá lugar frente a la sede del Banco de España. Según Aicar-Adicae, “casi 20.000 familias siguen teniendo atrapados casi 218 millones de euros y esperan una solución inmediata para estos escándalos financieros” en Aragón: 4.525 tienen pendientes de recuperar más de 48 millones de Fórum Filatélico, 3.192 esperan otros 32,4 de Afinsa, otras 4.000 quieren recobrar los cien millones que invirtieron en las llamadas participaciones preferentes y 7.500 siguen a la espera de saber qué ocurre con los 37,5 millones que pusieron “en la salida a Bolsa de Bankia, el último gran fraude al ahorro popular”.

Fuente: publico.es

jueves, 17 de marzo de 2016

Ernest Urtasun, eurodiputado de ICV :"Como europeos, nos avergüenza que empresas con beneficios millonarios estafen a la hacienda pública"





Ernest Urtasun, eurodiputado de ICV, participa en la Comisión del Europarlamento que este martes interrogará a representantes de paraísos fiscales como Andorra o Liechtenstein, y a las corporaciones Google, Apple, Ikea y McDonalds. Fiat y Starbucks han rechazado acudir a esta cita para pedirles explicaciones sobre sus acuerdos fiscales secretos.


ALEJANDRO LÓPEZ DE MIGUEL
@Alopezdemiguel
Fuente: Público

MADRID.- El escándalo salió a la luz pública en noviembre de 2014, pero todavía hoy las empresas que gozaron de trajes fiscales como los que Luxemburgo cosía a medida aún no han dado explicaciones sobre sus acuerdos secretos con distintos países. Este martes, representantes de paraísos fiscales como Andorra y Liechtenstein, y de algunas de las corporaciones más poderosas del mundo -Google, Apple, Ikea y McDonalds- comparecerán en Bruselas ante la Comisión Especial TAXE 2, que trabaja para desentrañar y combatir las sofisticadas técnicas de ingeniería fiscal que les permiten pagar menos impuestos.

“Países como Andorra, Liechtenstein y Mónaco son elementos indispensables para el fraude fiscal y la corrupción estructural", critica el eurodiputado.

“A las multinacionales que comparecen queremos decirles que sabemos lo que están haciendo con sus estrategias fiscales”, explica a Público Ernest Urtasun, eurodiputado de ICV. “Como europeos, sentimos vergüenza por que empresas con beneficios multimillonarios estafen a la hacienda pública”, denuncia.

Durante la mañana de este martes, Urtasun será el encargado de representar al grupo de Los Verdes en la sesión de la Comisión Especial sobre Resoluciones Fiscales y otras Medidas de Naturaleza o Efectos Similares (TAXE2), y por tanto contará con un par de minutos para formular cada una de sus preguntas a los representantes de tres paraísos fiscales. “Países como Andorra, Liechtenstein y Mónaco son elementos indispensables para el fraude fiscal y la corrupción estructural. Sus marcos legales permiten crear los artefactos fiscales que las grandes fortunas y las multinacionales utilizan para evitar pagar los impuestos que les corresponden”, critica. 

Fiat y Starbucks "rechazan la invitación”

Durante la sesión de la tarde, los europarlamentarios del mismo grupo Molly Scott y Philippe Lamberts tomarán el testigo de Urtasun y Sven Giegold para pedir explicaciones a Google, Apple, McDonalds e Ikea.

En una nota de prensa remitida este lunes, Los Verdes criticaban que las corporaciones Fiat y Starbucks, que también estaban citadas a declarar, “hayan rechazado la invitación”, “despreciando una vez más los requerimientos del Parlamento Europeo y cubiertos legalmente por el hecho de que esta comisión especial no sea de investigación”, tal y como este grupo exigió originariamente.

Scott preguntará al gigante americano Google por qué únicamente ha pagado 130 millones de libras en impuestos en Reino Unido durante los últimos 10 años -sólo en Francia desembolsó 1.600 millones de euros en el mismo periodo, a pesar de tener menor actividad, según Los Verdes-, o por qué la sueca Ikea logró eludir el pago de otros 1.000 millones en impuestos durante los últimos seis años.

"La prioridad para Los Verdes en este comité es poner el foco sobre las prácticas de elusión fiscal que se han cometido en la UE de forma generalizada en connivencia con los Estados Miembros y la pasividad de la Comisión", afirma Urtasun, que en varias ocasiones ha denunciado la inacción del Gobierno en funciones de Mariano Rajoy en esta materia. "Esto debe de acabar de inmediato, las instituciones deben de pasar a la acción de manera urgente”, sentencia. 

Más información