viernes, 31 de agosto de 2018

Información al consumidor sobre consumo de combustible y emisiones de CO2 de automóviles, a partir de mañana se aplicará la WLTP, nuevo procedimiento de medición.




A partir de mañana todos los vehículos ligeros que se matriculen en la Unión Europea deberán ajustarse al nuevo procedimiento de medición de consumo y emisiones en vehículos ligeros, la WLTP (World Harmonised Light Vehicles Test Procedure).

Con ello se trata de conseguir una medición más exacta que ofrezca cifras más reales y ajustadas a la cantidad de combustible consumido y emisiones de CO2.

La Recomendación (UE) 2017/948 de la Comisión, de 31 de mayo de 2017, relativa al uso de los valores de consumo de combustible y de emisiones de CO2, recoge que el WLTP proporcionará unas condiciones de ensayo más estrictas y unos valores de consumo de combustible y de emisiones de CO2 más realistas en beneficio de los consumidores. Los requisitos relativos a la información de los consumidores deben incluir la manera en que quedará garantizado el acceso a esa información mejorada a fin de permitir la comparabilidad necesaria de dicha información. También establece que “para garantizar que los consumidores comprendan perfectamente las implicaciones del cambio al WLTP, todas las partes interesadas deben organizar campañas de información o colaborar en ellas a fin de explicar las repercusiones del nuevo procedimiento de ensayo sobre los valores de consumo de combustible y de emisiones de CO2. En dichas campañas de información deben participar autoridades públicas, organizaciones de consumidores, organizaciones medioambientales y no gubernamentales, asociaciones de conductores y la industria del automóvil”.

El WLTP cuya implantación se aceleró tras el escándalo del “Dieselgate”, arrojará unos resultados mucho más reales en cuanto a las mediciones de valores de consumo y emisiones. La situación anterior distaba de ser coherente toda vez que la organización International Council on Clean Transportation (ICCT) alertaba de que el consumo de los vehículos nuevos en Europa se situaba de media un 42% por encima de lo que homologaba el fabricante. Ello implicaba un gasto adicional de 400 euros al año en combustible para los usuarios. En cuanto emisiones de CO2 la situación no era menos escandalosa, arrojando las mediciones efectuadas menos de la mitad de las emisiones reales. Estas diferencias de consumo entre el valor homologado y el real se producían al medir en laboratorios -y no en conducción real-  los datos indicados por las industrias automovilísticas, datos que luego son trasladados a los consumidores.

Esta discordancia de valores es lo que trata de atajar la  a que el dato indicado por el fabricante se mide en laboratorios y no en conducción real. Y esto es lo que trata de solucionar la WLTP que proporcionará información más precisa  fiable al consumidor ya que las pruebas se efectuarán en condiciones de ensayo más realistas.

Sin embargo, no todo son ventajas ya que una consecuencia de la aplicación del nuevo método de medición será que los vehículos, al arrojar mayores cifras de consumo, pasaran a tributar en un tramo más alto en el impuesto de matriculación, afectando por ello a su precio de venta. 

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