Ofensiva legal contra los bancos por usura con las tarjetas de crédito
Entidades
como WiZink, Evo y los grandes bancos afrontan miles de demandas por
aplicar intereses presuntamente abusivos y poco transparentes con las
tarjetas 'revolving'
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Nuevo Eldorado para los bufetes antibanca.
Los despachos especializados en reclamaciones contra las entidades han
acelerado en los últimos tiempos las demandas por presuntas malas
prácticas con las tarjetas de crédito 'revolving' con
intereses del 20-30%. Hay miles de demandas en marcha contra grupos como
WiZink, Evo Finance y las filiales de consumo de los grandes bancos y
grupos de distribución.
Este foco de negocio para los bufetes se ha acelerado tras una sentencia europea de agosto, en la que se declaran ilegales los intereses de demora desmedidos. Desde entonces han abierto nuevas líneas de negocio Arriaga Asociados y Rúa Abogados, y se han acelerado las que ya tenían otros despachos como Rosales, Asufin, Fonfría Abogados o los que representa Álvaro Sánchez-Pego, letrado de la Plataforma de Afectados de WiZink.
Origen del choque
El
problema surge con las llamadas tarjetas 'revolving' (o de pago
aplazado) "que se venden como tarjetas sin intereses, con un pago de
cuota muy pequeño y cuya letra pequeña es imposible de entender",
aseguran desde Bufete Rosales, entidad que representa a 1.500
demandantes.
Desde WiZink, una de las entidades
líderes en este segmento, defienden que "informa en todo momento a sus
clientes sobre las condiciones del producto" y que es el cliente el que
"decide" cuánto crédito dispone y si lo paga de forma aplazada. Lo mismo
comentan desde otras entidades especializadas, entre las que figuran Evo, Santander, BBVA, CaixaBank y las financieras de Carrefour y Alcampo.
La
banca alega que los tribunales están usando una referencia equivocada
para determinar si hay tipos de interés excesivos con las tarjetas
La
realidad de estas tarjetas es que se usan para gastos extraordinarios
—Navidades, vacaciones, comuniones…— y sobre todo por parte de personas que ya están muy endeudadas,
incluso para pagar la hipoteca. Las condiciones de estos plásticos
hacen que "disposiciones de 2.000 euros acaben siendo de 10.000 euros
sin posibilidad de amortizar el principal", expone Patricia Suárez, presidenta de Asufin.
Desde
el sector financiero matizan que las 'revolving' representan una
pequeña parte del negocio de tarjetas, que ya de por sí es de unos
16.000 millones; que están reguladas y admitidas por el Banco de España;
y que operan con las mismas condiciones en otros países europeos y en
Estados Unidos.
Esta problemática llegó a los tribunales después de una sentencia del Supremo del 25 de noviembre de 2015
en el que se declaraban nulos los créditos con tipos de interés
desmedidos. Por aquel entonces los bufetes y clientes estaban muy
enfocados en cuestiones como las cláusulas suelo, y no ha sido hasta la
nueva sentencia europea cuando se ha acelerado la actividad en los
bufetes.
Lo que determinan los juzgados es que una entidad no
puede cobrar tipos de interés de más del doble de la media de ese
segmento. Es decir, como la media de los nuevos créditos al consumo
están en torno al 7%, no se debería cobrar más de un 14%.
Aun así, la batalla no está tan clara, ya que las entidades se están defendiendo y están dispuestas a llegar de nuevo al Supremo.
La mayoría de los tribunales de primera instancia están dando la razón a
los clientes: "Son bastante unánimes en cuanto a declarar como nulos
los contratos de estas tarjetas con un tipo de interés remuneratorio
usurero", asegura Francisco García Domínguez, director del área jurídica de Arriaga Asociados.
"La
tasa de éxito de estas reclamaciones es de prácticamente el 100%. Este
tipo de tarjetas tienen aparejados unos intereses superiores al 20% y
según la Ley de la Usura de 1908, con estas condiciones el contrato debe ser considerado nulo", afirma Laura Sieira, de Rúa Abogados.
Las
sentencias fuerzan a las entidades a anular la deuda presuntamente
irregular, lo que en ocasiones se traduce en anular el crédito ya que el
principal ya se había devuelto.
La Asociación de Afectados de WiZink prepara una acción de cesación en los tribunales
Mientras,
desde el sector financiero cuestionan estas sentencias. En opinión de
responsables jurídicos de las entidades, no debería seguirse la media de
los créditos al consumo -7% —sino la específica de las tarjetas de
crédito, -20%—. Exponen que no son financiaciones iguales, ya que un
crédito al consumo tiene estudio previo, se conoce el motivo de pedirlo y
tiene unos plazos fijos. Mientras, las tarjetas se pueden disponer sin
control previo y se puede ampliar la financiación en cualquier momento,
lo que lo convierte en un producto de mayor riesgo y, por tanto, rentabilidad para el banco.
Los
bancos señalan que los tribunales están empezando a recoger estos
criterios en segunda instancia —audiencias provinciales—, sobre todo en Madrid, Barcelona y Galicia.
En el foco
La
entidad más afectada, WiZink, se vio obligada a reconocer estas
demandas como un riesgo para el negocio en uno de sus últimos folletos
de inversión, tras abrirse 600 nuevos casos entre enero y septiembre de 2018.
Esta entidad va a ser pronto objeto de una acción de cesación
por parte de la Plataforma de Afectados de WiZink, que ultima su
conversión en Asociación para pedir a los tribunales que se exija el
cambio de las condiciones de su tarjeta 'revolving'.
Fuente: El Confidencial
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